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9 dic 2010

No te cases con el hombre equivocado

Últimamente, cada vez que mirás un programa de chimentos o leés una revista te enterás de que una pareja famosa se fue al tacho. Suponemos que nada debería arruinar el “fueron felices y comieron perdices” de las más lindas de Hollywood (como Sandra Bullock o Kate Winslet); sin embargo, hasta ellas sufren desengaños. Seguramente te preguntás: “¿Cómo puede ser que se haya casado convencida de que él era el hombre de su vida y recién ahora se dé cuenta de que la pifió tanto?” No sos la única preocupada: en una encuesta reciente que hicimos on line, casi dos tercios de las mujeres consultadas admitieron que tienen miedo de terminar divorciadas como resultado de una mala elección.

Buenas noticias: los especialistas aseguran que si antes de comprometerte evaluás algunos puntos claves, es posible evitar la pesadilla de terminar en los tribunales. “Si repasás determinados aspectos de la relación y de la personalidad de tu novio, podés inferir cómo será en el futuro, además de evaluar en qué medida él responde a tu ideal de marido”, explica el psicólogo Marcelo Passini, de la Fundación Foro. Los expertos dan seis claves para detectar si ese chico amoroso es el hombre de tu vida... o si está más cerca de convertirse en tu ex marido.

Prestale atención a su pasado
¿Algún capítulo de la vida de tu novio te preocupa, porque sentís que no coincide con su imagen actual? (Una infidelidad con una pareja anterior, un episodio policial, un vicio, un escándalo). Pensá seriamente si tu relación con él podría sobrevivir si se repitiera aquello. Sabelo: existen altas probabilidades de que los malos hábitos reaparezcan.“El pasado es una buena herramienta para predecir el comportamiento futuro. Deberíamos concentrarnos en conocer determinados detalles, como cuántas novias tuvo y por qué rompió con ellas. Desconfiá si cuenta sus noviazgos como si hubiera sido víctima de malas mujeres que lo usaron y lo maltrataron: si lo hace es porque no asume la responsabilidad que él tuvo en eso”, asegura la psicóloga Carmela Rivadeneira, del Centro de Terapia Cognitivo Conductual y Ciencias del Comportamiento (CETECIC). En el caso de que su currículum sentimental sea una saga de continuas aventuras y poco compromiso, quizá te tiente la idea de ser la mujer que le haga sentar cabeza. “Si bien el pasado de él no siempre debería ser determinante ni condenatorio, hay que tener en cuenta esas conductas que llaman la atención”, sugiere Passini.

Claro que la gente puede cambiar. Muchos hombres que hoy son maridos y padres ejemplares fueron grandes “piratas” unos años atrás. Entonces, tenés que descubrir si ese capítulo turbio de su pasado fue algo del momento o si responde a un rasgo oculto de su personalidad. “Hay varones que frente al compromiso deciden cambiar y otros que, por distintas características, no pueden ponerle fin a lo que ya incorporaron como un estilo de vida”, dice el especialista.

Si hay cosas en su pasado que no te convencen, tomá el toro por las astas: preguntale por qué lo hacía. Si te da explicaciones vinculadas con temas de su pasado que ya no tienen vigencia (te cuenta que iba mucho a fiestas porque un compañero de la facu era DJ, por ejemplo), esa es una clara señal de que fue algo momentáneo.

Pero si lo que generó su conducta puede regresar a su vida fácilmente (“salía mucho porque estaba estresado y así me distraía”), eso significa que los hábitos pasados responden a su personalidad. Es probable que mientras dure la etapa del apasionamiento (los especialistas aseguran que no se extiende más allá de los 18 meses), él se esfuerce por ocultar esos rasgos que podrían alejarlo de vos. Pero pasado ese tiempo, seguramente se relajará. Es probable que en ese momento surja el conflicto.

Hacete cargo de lo que necesitás
Te encanta que tu novio sea cariñoso o que se vista con toda la onda. Eso está genial, siempre y cuando no estés tan deslumbrada por esas características que pases por alto que él carece de otras que considerás fundamentales.

“Es bueno armar un identikit del hombre que querés a tu lado. Algunas cualidades (que te quiera y te respete, por ejemplo) son indispensables, mientras que otras se pueden negociar (que sea ordenado o puntual)”, explica Rivadeneira. El objetivo es que tu futuro marido tenga todas las características que considerás imprescindibles y algunas de las negociables, y no a la inversa.

Tené muy en cuenta que nadie es perfecto, pero tampoco es cuestión de ser demasiado indulgente. Al examinar sus cualidades, observá los puntos oscuros que encierran y pensá si vas a poder tolerarlos. Te puede encantar que él tenga una prometedora carrera como asesor de empresas, por ejemplo, pero eso implica que viaje con muchísima frecuencia. ¿Su éxito profesional va a compensar sus ausencias en tu vida cotidiana? Si tenés un grupo grande de amigos, quizá no sea grave, pero si sos de las que prefieren quedarse en casa viendo una peli abrazada a su chico, no te va a hacer feliz casarte con un hombre que viaja la mayor parte del tiempo.

Dejá de fantasear con lo que será y miralo tal como es hoy
¿Así que está haciendo un máster y tiene planes firmes de convertirse en el CEO de la empresa en la que trabaja? ¡Genial! Es lógico que estés fascinada, pero no pierdas de vista lo importante. “Te vas a casar con el chico que tenés enfrente en este momento, no con el hombre en el que se puede llegar a convertir algún día”, dice la terapeuta de parejas Jennifer Gauvain, coautora del libro How Not to Marry The Wrong Guy (Cómo no casarse con el hombre equivocado). “Es buenísimo sentirse atraída por lo que a él le apasiona, porque de eso se trata una pareja. Pero no podés quedarte enganchada con la proyección de una carrera exitosa ni con su potencial financiero”, agrega esta especialista. Aceptá la posibilidad de que el resto del mundo no esté tan convencido como vos de las capacidades y del talento de tu novio.

No te conviene actuar en función de lo que está más allá del acá y del ahora. “Cuando la brecha entre lo que uno desea que sea el otro y la realidad es muy grande, la frustración también lo es. Cuando se ponen los pies sobre la tierra y se ve que ese hombre no es el ‘príncipe azul’, gana la decepción. Esa es una de las principales causas de desavenencias en las parejas”, asegura Passini.

Si las preocupaciones financieras dominan tu búsqueda sentimental, clavá los frenos ya mismo. De acuerdo con Gauvain, el deseo de tener una situación económica estable y segura es una de las principales razones por las que muchas mujeres se enganchan con el tipo incorrecto. “Algunas me han confesado que se casaron porque pensaron que compartir los gastos y los ingresos podría facilitarles la vida”, asegura la especialista.

Tené cuidado con su dinámica familiar
¿Tu futuro marido es muy apegado a sus parientes? Entonces, no solo te vas a casar con él sino con todo el combo. Aunque por ahora mantengas alejados a tus suegros y a tus cuñados, su entorno va a jugar un rol protagónico en tu vida una vez que luzcas una alianza en tu dedo anular. No solo van a ocupar una mesa central en tu fiesta de casamiento, sino que pueden sumarse a tus próximas vacaciones, aparecer en la sala de preparto cuando estés por dar a luz a tus hijos o instalarse durante horas en tu sofá cada fin de semana.

“No es necesario que se lleven de maravillas con todos los integrantes de la familia del otro, pero sí que los dos coincidan respecto a qué lugar les van a dar en su futura vida en común. Observá sus costumbres familiares, cada cuánto él ve a los suyos y cómo se comunican entre sí”, dice Gauvain.

Si vos y los tuyos acostumbran reunirse a almorzar todos los domingos al mediodía, y tu chico solo ve a sus parientes en Navidad, es evidente que tienen ideas muy distintas de lo que implica la familia y probablemente eso les traiga inconvenientes en el futuro.

De todos m dos, esto no significa que tenés que descartar a tu candidato, sino que es necesario que charlen el tema y lleguen a un acuerdo. “Te conviene fijar las reglas de juego de antemano para no llevarse sorpresas en el futuro”, recomienda Passini.

Si él tiene a sus padres y hermanos en un pedestal, es probable que en el futuro surjan problemas. “No es necesario que coincidas con ellos todas las veces, pero no estará bien que él privilegie siempre a su familia ni que se ponga del lado de sus parientes en cada discusión. Cada uno tiene que darle prioridad al otro”, dice Gauvain.

Si no hay química, ¡olvidate!
Ya conocés la importancia de los valores y las creencias compartidas. Bueno, tampoco tenés que descuidar la ley fundamental: en la pareja tiene que haber piel. “En tiempos de crisis financieras, algunas mujeres se convencen a sí mismas de que la estabilidad económica es más importante que la atracción y la pasión. Pero eso no es cierto: para que una pareja funcione se necesita química”, afirma Gauvain.

Por supuesto: después de estar juntos durante años, no van a correr a sacarse la ropa como desesperados cada vez que llegan a la casa, pero siempre deben tener ganas de probar nuevas cosas en la cama. “El buen sexo y el amor conforman una fórmula muy importante para que la pareja se sostenga a lo largo del tiempo: una cosa retroalimenta a la otra. Si a esto se le suma respeto, reglas de convivencia adecuadas y equidad de responsabilidades, tenemos una excelente pareja con muchos años por delante”, asegura Rivadeneira.

Sacate de la cabeza que se te va el tren
“La mayoría de las mujeres admite que existe una edad ideal para casarse”, dice Gauvain ¿Vos también lo creés? Cuando ese número mágico está relacionado con tu reloj biológico o con una multiplicidad de factores externos (como la edad que tenían tus amigas cuando dieron el sí), vas a sentir una enorme presión. De esta manera, corrés un alto riesgo de casarte con el hombre equivocado con tal de hacerlo antes de cruzar ese límite calendario que vos misma te impusiste.

“Si una mujer siente que está en ‘tiempo de descuento’, tiene mayores posibilidades de conformarse con el hombre menos indicado. Como tiene miedo de estar perdiendo su última oportunidad, aguanta a tipos a los que de otra forma ni miraría”, explica Gauvain.

Para estar segura de que estos miedos no están dominando tus decisiones, preguntatesi seguirías estando con él si tuvieras cinco o diez años menos. Si tu respuesta no es un decidido “sí, por supuesto”, significa que estás con él porque te carcomen la urgencia y la preocupación por llegar cuanto antes al altar. Cuidado: puede que no estés eligiendo libremente a tu hombre.

Por otro lado, si te morís de ganas de tener hijos y corrés detrás de cualquiera para “engancharlo” y convertirlo en el padre de tus bebés, sabé que el concepto tradicional de la maternidad pasó a mejor vida, junto con la videocasetera. Hoy nadie se escandalizaría si recurrieras a un amigo o a un banco de esperma para quedar embarazada o si fueras madre soltera. “Las mujeres tienen que tener la confianza de que los hijos llegarán de un modo u otro. Casarse con el tipo incorrecto no es el mejor modo de lograrlo”, concluye Jennifer Gauvain.

10 nov 2010

Te convertiste en una novia insoportable

Acordate de lo que tu novio te decía cuando empezaron a salir. Para él eras la más sexy, divertida e independiente. No pasó tanto tiempo, ¿no? Entonces, no se entiende por qué todo cambió de manera radical. Vos dejaste de ser esa diosa tan segura de sí misma y te convertiste en un pajarito que le taladra la cabeza con preguntas del tipo "¿Me querés? ” o “¿Por qué ya no me decís cosas lindas?". Y lo más probable (¡y peligroso!) es que ni siquiera seas consciente de esto. Por eso, te pasamos un identikit de los tipos más habituales de novia imbancable y las estrategias para no convertirte en una bruja.

INSOPORTABLE N°1
LA NOVIA KOALA
No sabe lo que es salir sin la compañía de su novio. Lo llama cinco veces al día, como mínimo. Y si él tarda más de 20 segundos en responderle un SMS, se convierte en el clon de la Malparida. ¿Por qué? Este tipo de novia siempre sospecha: a) que su chico la engaña, b) que planea dejarla, o c) las dos cosas. Entonces, va por la vida pegada a la espalda de él, sin perderle el paso, no sea cosa que se vaya con otra. “Se trata de mujeres muy dependientes, que sufren de ‘apego patológico’ desde la infancia. Y no hay hombre que pueda satisfacer su desesperada necesidad de afecto”, explica la psicóloga Patricia Faur, titular de www.patriciafaur.com.ar, autora del libro Amores que matan (Ediciones B) y coordinadora de grupos de mujeres.

Sandra*, una abogada de 30 años, es un ejemplo de esa clase de chicas. “Un día, mi ex se quedó dormido y, como estaba cansadísimo, decidió no ir a trabajar. Yo no tenía ni idea de esto, y cuando vi que no me respondía los SMS ni los e-mails creí que me estaba evitando. Empecé a llamar a sus amigos, a su mamá... ¡y a su jefe! Él se enojó tanto que no me habló por una semana, y a los dos meses me dejó”, cuenta. El pánico a ser abandonadas hace que muchas mujeres se vuelvan excesivamente controladoras. Paradójicamente, es ese esfuerzo desesperado para tenerlos atados lo que provoca que sus novios las dejen: se vuelven tan pesadas que ellos huyen despavoridos.

Estrategias para superar el pegoteo. Empecemos por el dato brutal: el “Síndrome de la Mujer Potencialmente Abandonada” es previo a la aparición de tu chico en tu vida, así que olvidate de culparlo por tu inseguridad. “En este caso, hay que realizar un trabajo interno: solo la terapia puede dar una salida a esta situación”, dice Faur. Como segunda medida, relajate. Pensá que cuanto más dependiente te muestres, menor será el esfuerzo que él haga por mantenerte enamorada. Entonces, animate a hacer alguna actividad que te entusiasme (sin él, por supuesto).

INSOPORTABLE N° 2
LA MANIPULADORA
Esta novia quiere que la relación funcione según su deseo, y por eso manipula de las más variadas formas a su pareja. Es la clásica chica que le organiza la vida a su enamorado. “Por más imbancable que pueda resultar este tipo de mujer, a muchos les es funcional (al menos, durante algún tiempo). Pero lo usual es que el varón ‘asistido’ se rebele y arda Troya”, afirma Faur. Anular a la pareja nunca es gratuito. Finalmente ellos declaran su independencia (obvio: nunca lo hacen de la mejor manera). Y si esto no sucede, con el tiempo vos terminás por echarle en cara su falta de virilidad.

Estrategias para dejar de manipularlo. En vez de manejar su vida, aprendé a negociar. Evaluá qué rasgos de su persona te resultan molestos y conversá con él sobre eso. Supongamos que te pone como loca que deje las toallas tiradas en el piso del baño cuando termina de ducharse. En este caso, decile que si se esfuerza en modificar esa conducta, vos vas a premiarlo con algo que él desea mucho. Pero tené en cuenta que no todo es negociable. Vas a tener que convivir con algunos aspectos de su personalidad que no te hacen mucha gracia.

INSOPORTABLE N° 3
LA CUESTIONADORA
Jamás actúa en voz baja: deja asentado cada uno de sus reclamos en una suerte de reto o de queja. Abusa del “¿Por qué no hiciste...?” y del “¿No era mejor...?”. Más que novios, parecen una mamá nerviosa y un hijo insoportable. La cuestionadota siente que el otro hace todo mal y que ella es la única que puede enderezar las cosas. “En esta clase de relación la igualdad es una quimera. No hay simetría, y eso permanentemente genera roces. Un vínculo no puede resistir una erosión como esta: ninguno de los dos está satisfecho”, explica la psicóloga clínica Beatriz Goldberg, autora del libro Quiero estar bien en pareja.

Estrategias para dejar de cuestionarlo. Empezá por analizar lo que hacés. ¿Le hablás como si fuera un adolescente? ¿Le repetís dos o tres veces cada cosa? ¿Estás acostumbrada a decirle que hace todo mal? ¡Atención! Él es tu pareja, tu par, tu igual. Entonces, no des por sentado que un hombre de su edad puede ser tratado como un nene. “Esta conducta generalmente se debe a un modelo referente de madre represiva y autoritaria. Pero también puede suceder que la mujer sienta una insatisfacción que no está relacionada con la pareja, aunque la traslade a ese ámbito”, asegura Goldberg. Si este es tu caso, te conviene hablar con tu chico. Eso sí: no apeles a las sutilezas ni a las metáforas, porque quizá eso genere un malentendido y él termine haciendo lo contrario de lo que vos pretendías. Y ya sabemos cuál sería tu reacción...

Es hora de cambiar el guión: reciclá tu queja de modo tal que, más que a reto, suene a lamento. Por ejemplo: si quedó en pasarte a buscar a las diez y, como siempre, llega una hora tarde, olvidate del reclamo furibundo. En vez de eso, decile: “Qué lástima. Cuando pasa esto tenemos menos tiempo para estar juntos y pasarla bien. ¿Querés que charlemos cómo solucionarlo?”.

INSOPORTABLE N° 4
LA GUARRA
Sos una diosa, inteligente y muy compañera, pero abrís la boca y todos tus encantos se esfuman. Tu lenguaje consiste básicamente en insultos y jerga tumbera, pero eso no es lo más grave: solés referirte a las cuestiones sexuales (propias y ajenas) con una minuciosidad casi pornográfica. En síntesis: tu forma de hablar haría poner colorado al mismísimo Jorge Corona. Lo que en el inicio de una relación parece divertido, puede terminar por arruinarla. Seguramente, tu novio va a pensarlo dos veces antes de presentarte a su familia. “Muchas chicas hacen esto porque les parece moderno o porque sienten que de ese modo rompen reglas. Pero con el tiempo el varón termina por alejarse de una mujer que no tiene control sobre sí misma”, cuenta Goldberg.

Estrategias para que tu boca deje de ser una cloaca. Imitá la forma de hablar de una celebrity que admires, como Carla Peterson o Angelina Jolie. ¿Te diste cuenta de que ellas sonríen mucho y evitan las groserías? Tu cuerpo también tiene que acompañar este cambio: en vez de despatarrarte en el sofá, por ejemplo, sentate con la espalda y los hombros erguidos. Vas a sentirte mucho más femenina y tu vocabulario también lo reflejará.

INSOPORTABLE N° 5
LA REINA DEL DRAMA
Exaltación, gritos, desmayos. Besos seguidos de patadas y patadas que terminan en caricias. No, no es una telenovela clase B: es la vida de una reina del drama. “Estas mujeres conciben el amor tal como lo hacían en la adolescencia. No terminaron de madurar y se sienten incómodas en una relación calma”, afirma Faur. Para esta novia todo es extremo y desbordado. Lo peligroso no es que siga sus emociones, sino que termine por sobreactuarlas. Además, tampoco puede ser que salte de alegría o de odio ante el mínimo gesto. Reacciones como esa hacen que más de uno enfile para la puerta cuanto antes.

Estrategias para que dejes de tomarte el mundo a la tremenda. Es probable que a tu vida le falten gratificaciones auténticas. Empezá a colaborar con alguna ONG o causa solidaria: eso te hará canalizar gran parte de tu energía “guerrera” sin que haya daños colaterales. Y si lo hacés junto a tu chico, la relación va a fortalecerse.

24 oct 2010

Qué le gusta a un hombre de una mujer

A pesar de que es muy común pensar que el hombre sólo se fija en ciertos atributos del físico de las mujeres, esta afirmación no es del todo cierta. Si bien ciertas partes del cuerpo de una mujer son verdaderamente atractivas para el hombre, también hay otros aspectos del sexo femenino que a un varón pueden gustarles demasiado, más allá de los grandes traseros, los pechos de gran tamaño y los cuerpos voluminosos en general.

Debido a que ninguna relación se puede mantener durante mucho tiempo sólo en base a lo exterior, a continuación detallaremos algunos trucos para seducir al sexo masculino en relación con ciertas características en las cuales la gran mayoría de los hombres se suelen fijar mucho.

Recuerda que un cuerpo hermoso puede ser muy útil en los primeros contactos visuales, pero las actitudes son las que hacen que los hombres verdaderamente se sientan atraídos por una chica y quieran mantener una relación con ella:

* Mujeres que saben escuchar

* Mujeres que aprendieron a mantener relaciones simétricas

* Mujeres que no critican mucho y que saben aceptar críticas

* Mujeres que son permisivas

* Mujeres que saben detectar fácilmente sus valores

* Mujeres que saben de qué forma modelarse a sí mismas

Y ya que estamos, toma nota de algunas cosas que odian los hombres del sexo femenino:

* Que hagan el amor con maquillaje

* Que no besen bien

* Que se pongan caprichosas o se quejen mucho en la cama

* Que sean descuidadas a la hora de vestirse (e incluso con su ropa interior)

* Que hablen de sus ex parejas, y encima cosas buenas de ellos.

* Que quieran tener relaciones sexuales simplemente para complacerlos.

6 oct 2010

Guía para sobrellevar los defectos de tu chico

Es cierto: el príncipe azul destiñe. A medida que pasa el tiempo, empezás a conocer mejor a tu chico... y sus defectos. Lo importante es no permitir que esos detalles que lo hacen una criatura imperfecta atenten contra tus sentimientos. Según un estudio de la Universidad de Waterloo, de Canadá, hay un hábito amoroso que es crucial para la salud de tu relación: focalizar en las cualidades buenas del otro. Las parejas que hacen esto permanecen juntas por más tiempo. No te sugerimos que ames las actitudes más molestas de tu hombre, pero podés aprender a cambiar tu forma de pensar, mirando lo positivo. “Si organizás tus pensamientos alrededor de sus fortalezas, vas a concentrarte en él como un todo en lugar de hacer foco en sus imperfecciones”, asegura el psicólogo social John Holmes, autor del estudio.

Te contamos tres formas simples de manejar esta estrategia para convertirla en tu arma secreta, ¡más infalible!

Demostrate que estás equivocada

Estás muuuy molesta por algo pequeño que él hizo. Ahora, pensá bien: ¿es “eso” lo que realmente te saca de las casillas? A lo mejor, hay algo que te está carcomiendo la cabeza en un nivel más profundo. Si descubrís de qué se trata, podés revertir tu pensamiento y estar menos molesta. Primero, preguntate por qué estás enojada. Por ejemplo: él demora horas en responder a tus mensajes de texto y, entonces, asumís que no se preocupa por vos. Lo que tenés que hacer es encontrar una evidencia de que estás equivocada: puede ser ese e-mail que te mandó para desearte suerte en el examen o el llamado que te hizo después de que tuviste esa entrevista laboral tan importante. “Además, pensá que él puede tardar en contestar porque tiene que resolver algún asunto laboral urgente”, advierte la psicoanalista Cristina Castillo, del Centro Dos.

Moderá el chusmerío

Cuando nos reunimos con amigas, casi siempre hacemos catarsis de los problemas que tenemos con nuestra pareja. Y, obvio, sacamos a relucir los defectos de él. Esto no te hace ningún bien, al contrario: te predispone negativamente para el próximo encuentro con tu chico. “Hay que aprender a resaltar también las cosas positivas, porque cuando uno habla del otro también está hablando de uno”, explica Castillo. Así que, si vas a quejarte, contrarrestá el discurso con algo que te encante de él. Esta estrategia va a crear un equilibrio en tu mente que se trasladará de inmediato a la relación.

Invertí sus defectos

Buscale el lado positivo a cualquier aspecto de tu hombre que te saque de las casillas. ¿Es desordenado? Pensá de qué forma esto puede beneficiarte a vos. Probablemente, te deje tomar decisiones con respecto a la decoración del departamento, por ejemplo: a la hora de acomodar muebles y adornos, confiará más en tu criterio que en el suyo. Otro caso: tu chico no es muy conversador. “Siempre alguno tiene que ser un poco más calmo en la relación”, sostiene Castillo. Así, en situaciones problemáticas, tal vez te ayude a bajar a tierra. Al final, ¡él es casi perfecto!

16 sept 2010

¿Qué buscan ellos en una novia seria?

Si le preguntás a cualquier chico qué es lo primero que mira en una mujer, seguramente va a mencionarte un par de atributos físicos. Sin embargo, aunque no lo admitan en público, los hombres les prestan atención a una lista de cualidades mucho más interesantes. Si querés enterarte de lo que priorizan a la hora de elegir una chica con quien compartir algo más que un buen rato, leé esta nota, ¡y tomá nota de todo!

RASGOS DE UNA NOVIA PERFECTA

1 “Ella me cuida, sin actuar como mi mamá”
Los hombres adoran a las mujeres que están atentas a las necesidades de ellos; pero hay una delgada línea divisoria entre mimarlo y tratarlo como si fuera tu hijo. “A ellos les fascina que te asemejes a su madre, en el sentido de que te preocupes por él. Pero la sobreprotección, típica de la relación materna, los asfixia. Entonces, evitá esa actitud. Además, si le profesás un amor desmedido corrés el riesgo de que pierda la atracción puramente sexual y erótica hacia vos y te vea como a una chica simplemente tierna”, explica la psicóloga Beatriz Goldberg, autora de Quiero estar bien en pareja.

Ahora, prestá atención a lo que opinan ellos:

  • “El mes pasado, mi novia hizo planes para ir a un recital conmigo. Como me enfermé, le sugerí que fuera con sus amigas. Por suerte desistió del plan y se quedó toda la noche cuidándome. Y no sólo eso: al día siguiente, se quedó conmigo en la cama mirando DVD”. —Kevin, 28.
  • “Me encanta la comida chatarra. Mi chica, en cambio, es fanática de la orgánica. Pero en lugar de obligarme a cumplir una dieta saludable, me deja comer lo que más me gusta y, de vez en cuando, me pregunta si quiero probar algo de lo que hay en su plato. Sé que le encantaría que yo me alimentara mejor, pero no me hace sentir culpable porque no lo hago”. —Lucas, 25.

2 “No es una enferma de los celos”
Para él es bastante halagador que te molestes cuando otra se le acerca. Después de todo, tu actitud revela que vos lo considerás tan irresistible que suponés que todas van a enamorarse de él. “Pero ojo, porque ser extremadamente posesiva puede resultarle molesto. Cuando invadís sus espacios íntimos y lo agobiás, él piensa que querés controlar toda su vida. Es simple: a él le gusta que lo celes, pero sin llegar al punto de sentir que pierde su individualidad”, sostiene la psicóloga Marina Levins, miembro del Centro de Salud Mental Arturo Ameghino. Ellos mismos te lo explican:

  • “Estábamos sentados en un bar con Ana, mi chica. Cuando ella se paró para ir al baño, una morocha se acercó para preguntarme si Ana era mi novia, porque quería pedirme mi celular. Al regresar y verme con la otra, mi pareja me preguntó que había pasado y le conté todo. Obviamente, me hizo una mínima escena de celos, pero al final de la noche me confesó: ‘Me encanta que seas el más sexy del bar. Odiaría estar de novia con un perdedor’. Verla tan segura de sí misma me hizo sentir muy afortunado”. —Guillermo, 25.
  • “Seis meses después de comenzar una relación, tuve que viajar a un congreso en Mar del Plata con dos compañeras de trabajo. Mi chica me preguntó si ellas eran lindas y si había tenido historia con alguna, pero no llegó al punto de interrogarme sobre lo que iba a hacer día por día. Demostró una perfecta dosis de celos porque me hizo saber que yo le importaba, pero sin caer en la obsesión”. —Matías, 25.

3 “Se lleva bárbaro con mis amigos”
Ellos aprecian cuando hacés el esfuerzo de llevarte bien con su grupo. “En nuestra cultura, los hombres se dejan llevar mucho por la opinión de sus amigos: les interesa más que la de cualquier otra persona de sus entornos. Por eso, si vos le agradás a su grupo, le simplificás la vida a tu pareja”, analiza Goldberg. Esto es algo que ellos mismos admiten, sin pelos en la lengua:

  • “Cuando están juntos, mis amigos se potencian: hacen chistes todo el tiempo, sólo hablan de fútbol, se les escapan guarangadas... Mi chica tiene el don de saber enfrentarlos y salir airosa de esas situaciones, nunca se siente ofendida. ¡Ellos la aman! Piensan que es la mina más copada del mundo. Y yo, también”. —Diego, 22.
  • “Camino al cine, mi novia se sentó en el asiento trasero con un par de amigos míos que no conocía. Durante el viaje, ellos se la pasaron hablando de anécdotas del colegio. Estoy seguro de que a ella esa conversación le resultó súper aburrida, pero siempre se mostró interesada en lo que decían. Me encantó que le pusiera tanta onda a la situación”. —Daniel, 24.

4 “Me quiere, a pesar de mis defectos”
Los hombres son más inseguros de lo que pensás. “Por eso, una chica que acepta a su pareja tal y como es y no le pide que cambie su esencia lo hace sentir protegido y le eleva la autoestima”, dice Levins. “Evitar hacerle planteos constantes sobre todo lo que te disgusta de él ayuda a que te considere como una mujer con la que le gustaría estar toda la vida”, agrega Goldberg. ¿Cómo lo explican ellos? Así:

  • “Detesto ser medio flacucho y mi novia lo sabe. Entonces, cuando nos cruzamos con un tipo musculoso por la calle, me hace comentarios sobre lo aburrido que debe ser estar con un hombre que se pasa todo el día en el gym”. —Sebastián, 33.
  • “Cuando estaba sin trabajo, casi ni salía con chicas, porque no tenía plata para invitarlas a un lindo lugar. Mi actual novia me dejó en claro que podíamos hacer un montón de planes sin gastar tanto dinero. Por suerte, conseguí trabajo, pero saber que ella me quiso en mis peores momentos me hace amarla más”. —Luciano, 28.

5 “Se ríe de sí misma”
No tomarse en serio esos momentos bochornosos que todas las mujeres en algún momento atraviesan le demuestra a un hombre que su chica es súper copada. “Esa actitud le hace pensar que podés lidiar con cualquier situación. Además, si te reís de vos misma, también vas a aceptar de buena manera las cosas ridículas que le pasen a él”, afirma Levins. Prestá atención:

  • “En la primera cita con mi novia fuimos al cine. Camino a nuestras butacas, tropezó y se cayó. Ella y los pochochos quedaron desparramados por el piso.Tuvo la grandeza de levantarse y matarse de risa. ¡Eso es ser cool!”. —Nicolás, 24.
  • “Mientras estábamos mimándonos, a mi novia se le escapó un gas. Generalmente, cuando pasa eso, la mujer quiere desaparecer. Pero ella, en cambio, se sentó en el borde de la cama y pidió disculpas. Me mató su actitud”. —José, 28.

6 “Me necesita, pero no es ultrademandante”
Es fundamental que, cuando estén separados, le des a entender que lo extrañás; pero tampoco es cuestión de reclamarle presencia (o ayuda) en cada circunstancia de tu vida. “A él le fascina sentirse útil... pero no, imprescindible. Es decir, le gusta esforzarse para conquistarte a cada instante. Pero si te ponés en la postura de necesitarlo todo el tiempo, esa fantasía desaparece”, dice Levins. Creelo:

  • “En lugar de terminar todos los e-mails con la fastidiosa pregunta: ‘¿Me extrañás, me amás, me querés?’, mi novia simplemente firma: ‘Sigo pensando en vos’. Es un gesto muy dulce. Antes salía con chicas que se la pasaban llamándome a mi oficina para ver qué estaba haciendo y, encima, esperaban que yo hiciera lo mismo. Me sentía invadido”. —Bruno, 26.
  • “Mi novia tiene un vecino ruidoso. Un día, estaba haciendo tanto barullo que le ofrecí subir para encararlo. Ella me dijo que iba a pedirle que se callara y que si él no le hacía caso, aceptaría mi ayuda. Me gustó que se cuidara sola pero que confiara en mí si algo salía mal”. —David, 31.

7 “Es apasionada y ambiciosa”
“Una mujer con sus propios intereses y objetivos es atractiva para cualquier hombre: esa actitud permite que te admire como persona, algo fundamental en la pareja”, afirma Goldberg. Fijate lo que ellos revelan:

  • “Mi novia empezó un curso de decoración y está muy entusiasmada con abrir su propia tienda. Aunque no entiendo nada de almohadones, arreglos florales y esas cuestiones, me encanta que ponga tanta pasión en lo que hace y que luche por alcanzar sus metas”. —Pablo, 31.
  • “Antes mi carrera era más importante que el trabajo de la mayoría de las chicas con las que salí... hasta que conocí a Mara: en nuestra primera cita, me habló súper bien de su labor como psicóloga y de lo feliz que la ponía ver que sus pacientes mejoraban. Su entusiasmo era contagioso, y después de dos años, sigue siendo igual”. —Manuel, 39.

8 “Que sea juguetona y pícara”
Los hombres temen que, a medida que el noviazgo avance, se pierda el sexo salvaje. “Adoran que combines tu lado inocente con el de chica sensual, no sólo en la cama sino también durante la relación. Ése es uno de los secretos para evitar el aburrimiento y el desgaste de la pareja”, explica Goldberg. Ellos concuerdan:

  • “Mi chica parece muy dulce e inocente, pero tiene la mente un poco sucia.Espera el momento menos apropiado, como una cena familiar, para susurrarme cosas chanchas. Es como tener dos novias en una: la chica que le presentás a tu mamá y la que te llevás a la cama”. —Tomás, 29.
  • “Durante el día, mi novia se viste súper formal porque es abogada. Pero a la noche me espera en su casa con ropa zarpadita y sexy. Muchas veces, a la hora del sexo, me sorprende con disfraces ratoneros. Me encanta su doble personalidad, es una caja de sorpresas”. —Jamie, 20.

9 “Apoya mis sueños”
Un hombre demora en descubrir lo que le fascina en la vida y, cuando lo hace, le gusta que su chica lo respalde y lo aliente. “Al apoyarlo, le aumentás la confianza para encarar sus objetivos. Desde chico, el hombre necesita a la madre para que lo guíe, y de grande busca que su pareja tome esa postura”, sostiene Levins.

  • “Cuando le confesé a mi novia que quería dejar mi empleo para ser instructor de snowboard, se sorprendió pero no hizo ningún comentario negativo . Incluso me aconsejó que le avisara con tiempo a mi jefe, para mantener la buena relación. En ese momento me di cuenta de que contaba con todo su apoyo”. —Andrés, 34.
  • “Mis primeras novias se preocupaban por mi futuro laboral. Sólo les importaba la parte material. Apenas me conoció, Camila me preguntó qué era lo que más soñaba en la vida, y se interesó cuando le dije que mi pasión era tocar en una banda de rock”. —Pedro, 27.

7 ago 2010

Atraé su atención todo el tiempo

Todas tenemos una amiga que, aun sin ser la más diosa del grupo, es capaz de seducir a cualquier hombre: solo tiene que proponérselo. A veces, ni siquiera apela a su simpatía o a su inteligencia. ¿Cómo se las ingenia? La palabra “actitud”, ¿te suena? Según la psicoanalista Mónica Cruppi, de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), “numerosos estudios demuestran que lo no verbal influye cinco veces más que lo verbal en la primera impresión que tenemos sobre una determinada persona”. Pero eso no es todo. La experta en lenguaje corporal Janine Driver asegura: “A un hombre le toma exactamente siete segundos saber si quiere o no tener algo con vos”.

Ese es el tiempo que le lleva mirarte y sacar sus conclusiones. O sea: solo las chicas que sepan desplegar su juego en ese corto período de tiempo van a poder salirse con la suya. ¿Te parece una misión imposible? Para nada: te enseñamos las estrategias infalibles para que no pueda despegar sus ojos de vos.

El look irresistible

● Si bien es cierto que estamos en otoño y esta temporada se imponen el negro y el gris, cuidado. ¿Por qué? “Un color liso y oscuro remite a una personalidad rígida y un tanto autoritaria. Por eso, a menos que tu vestido sea absolutamente sexy (con un gran escote en la espalda, por ejemplo), evitá los colores demasiado serios”, explica la experta en imagen personal Gisella Gulli.

● Un gesto sutil (como levantarte un bretel o acomodarte el pelo) muestra a los chicos que querés lucir divina para ellos, y eso hace que su autoestima se eleve hasta el cielo.

● Sí: ellos piensan que los tacos altos son tremendamente sexy, así queabusá de ellos. “Además, una chica capaz de combinar un vestido clásico con un par de zapatos osados genera la impresión de ser arriesgada y divertida”, afirma Gulli.

● Deciles sí a los vestidos sin mangas y a los strapless, porque la visión de los hombros desnudos instala en la mente masculina una imagen: la de las lolas. Como al pasar, tocate la zona y cruzá los brazos debajo del escote (esto magnifica el efecto visual): automáticamente él dirigirá su mirada hacia ahí.

Relajate y gozá.

● La tensión corporal se detecta al instante. “Muchas veces los gestos de las personas manifiestan sus emociones y sentimientos inconscientes”, explica Cruppi. Por eso, si querés sentirte relajada empezá por sentarte cómodamente. Una sugerencia: apoyá un brazo en la barra y recostate contra ella. Esta es una pose tranquila pero sexy, que llamará la atención de él.

● Atención: una actitud soberbia genera distancia. Entonces, actuá con cierta timidez, ya que eso produce simpatía. Bajá la barbilla y evitá cruzarte de brazos o de piernas: da la impresión de que estás en guardia u ocultando algo.

● ¿Te sentís un poco inhibida? Ubicate en el medio de algún grupo de gente: no solo te vas a sentir más protegida sino que eso te hará ver como una chica popular.

Seducí con tu costado vulnerable

● Mostrarte completamente “al natural” delante de otro puede ser sumamente seductor. “Por algo la mayoría de los varones detesta el make up”, dice Gulli. Por supuesto: esto no significa que tenés que lucir a cara lavada, pero sí que te maquilles con astucia para que tu look no resulte artificial. “Básicamente, tratá de disimular tus imperfecciones con base, corrector, polvo y máscara de pestañas”, aconseja la experta en imagen.

● Las manos juegan un papel clave a la hora de atraer la atención de un hombre. Los especialistas recomiendan no ocultar las muñecas ni las palmas. Según Cruppi, “las señales más poderosas están dadas por el movimiento de las palmas: hacia abajo denotan sumisión, mientras que hacia arriba remiten a la honestidad, la verdad, la lealtad y la deferencia. Cuando alguien empieza a confiar en los otros, expone las palmas o parte de ellas”. Otro dato: no sostengas la copa o vaso con ambas manos y cruzando los dedos entre sí, porque eso te muestra nerviosa y a la defensiva.

● Si iniciás un gesto frente a un varón (una caricia, supongamos), él tiende a completarlo. Por eso, cuando estés hablando con él no dudes en acercar la mano sobre la mesa en dirección a la suya. Aunque no se anime a agarrártela si recién te conoce, en su mente sí lo hará.

Seducción sutil

● Asegurate de que tu cuerpo esté apuntando en dirección a ese bombón que te interesa, y no a la barra. Lo mismo en lo que refiere a tus rodillas y tus pies: como desde la época de las cavernas los usamos para ponernos a salvo de los predadores, si él ve que apuntan hacia la puerta va a entender que estás desesperada por huir.

● Cuando estés frente a un chico que te interesa (o dentro de su campo visual), dejá tu boca entreabierta. Esa es una clara señal de interés y despertará en él los pensamientos más hot. “Pero no hay que exagerar con este tipo de gestos, porque puede terminar espantando al otro”, advierte Gulli.

● Si tus manos están apoyadas sobre la mesa o tu falda, dejá que tus dedos índice y pulgar se ubiquen de manera tal que formen el símbolo de okay. Créase o no, él detectará el gesto y lo interpretará como un guiño para acercarse a vos y empezar a charlar.

16 jul 2010

¿Por qué algunas mujeres no tienen orgasmos?

A muchas mujeres no les resulta fácil alcanzar el orgasmo a través de la penetración; pero para algunas esta es, directamente, una tarea imposible: ellas padecen una condición llamada anorgasmia, que inhibe el clímax. Hay tres tipos: la primaria (quienes la padecen jamás pudieron alcanzar un Gran O), la secundaria (lo tuvieron en un período anterior, pero después no pudieron repetir la experiencia) y la situacional (no se logra el clímax en ciertas circunstancias o con determinados compañeros). Esta última forma es la más frecuente: según un estudio de la Clínica Mayo de los Estados Unidos, casi un 70% de las mujeres la atraviesa en algún momento de su vida.¿Qué la provoca?

La anorgasmia tiene varias causas posibles, y algunas físicas y otras psicológicas. Según la sexóloga Elna McIntosh, “es importante que las mujeres se den cuenta de que la incapacidad de tener un orgasmo no es algo que solo existe en sus cabezas. Como cualquier otra condición médica, tiene motivos y síntomas, y precisa un tratamiento”. Las causas fisiológicas pueden ser, por ejemplo, las cicatrices o los daños en los nervios debidos a cirugías ginecológicas. Algunos medicamentos (como los reguladores de la presión, los antihistamínicos y los antidepresivos) pueden llegar a ser responsables directos de la ausencia del clímax. Los especialistas señalan que las drogas y el alcohol también afectan la posibilidad de un Gran O.

“La anorgasmia puede producirse por falta de conocimiento del funcionamiento de los propios genitales (suele ocurrir en aquellas mujeres que nunca se permitieron masturbarse o experimentar con su cuerpo), un pobre juego sexual previo o una estimulación insuficiente en cuanto a la duración, el ritmo o el tipo de caricia”, explica la psicóloga y sexóloga Virginia Martínez Verdier, autora de Perturbaciones del orgasmo femenino.

Los factores psicológicos son tan reales como los físicos, y entre ellos los más comunes son la ansiedad y la depresión. La culpa, las creencias culturales o religiosas y el miedo (de embarazarse o de contagiarse una enfermedad de transmisión sexual, por ejemplo) contribuyen a esta condición. “La mayoría de las causas que inhiben el orgasmo femenino son de índole psicológica, ya sea leve o profunda. Quizá la mujer tenga dificultades para entregarse libremente a la relación sexual, para dejarse ir o para descontrolarse, ya que durante el clímax se producen segundos de desconexión”, afirma Martínez Verdier. Ninguna anorgasmia es fácil de tratar, aunque se pueden lograr buenos resultados.

Recursos lúdicos

Carolina*, una abogada de 31 años, descubrió la anorgasmia cuando fue medicada. “Estaba en un momento de mi vida bastante complicado. Dejé de dormir y me angustié mucho, así que el médico me recetó antidepresivos y ansiolíticos. Las pastillas funcionaron, pero tuvieron efectos colaterales: desapareció mi habilidad para lograr el clímax. Mi novio me propuso ir a un sex shop, donde compramos un montón de juguetes y libros. Con el estímulo extra me fue más fácil excitarme, aunque todavía me lleva más tiempo que antes”, explica ella.

El sexólogo Andrés Flichman, de Hémera, asegura que los vibradores (en especial los que se apoyan directamente sobre el clítoris) pueden ser una alternativa clave en los casos de anorgasmia secundaria. “Son herramientas útiles cuando no hay antecedentes de trauma ni problemas hormonales: aseguran un estímulo de una intensidad y continuidad difíciles de igualar”, explica Flichman.

Hablalo

Si estás teniendo problemas, antes que nada consultá a tu ginecólogo para descartar factores físicos o medicamentosos. Si no es así, pedile que te derive con un profesional específico (una sexóloga o una psicóloga). McIntosh explica que el tratamiento varía según el tipo de anorgasmia. “Con una mujer que nunca experimentó el clímax, se pone el foco en aumentar su capacidad de disfrutar la estimulación. Si está ansiosa por la idea de acabar, preocupada por perder el control o simplemente no le gusta la forma en que se siente cuando se acerca al orgasmo, entonces la terapia va a trabajar estos puntos de una forma sistemática”, dice McIntosh. “Las mujeres con anorgasmia secundaria deberían considerarse afortunadas, porque ya saben cómo se siente el clímax, y también que son físicamente aptas para obtenerlo. Para ellas, gran parte de la terapia se basa en aumentar su repertorio de habilidades”, agrega la especialista.

Las que sufren anorgasmia situacional en general necesitan ayuda para identificar cuáles son las circunstancias que les facilitan alcanzar el Gran O. Daniela, una diseñadora de 26 años, tenía 17 la primera vez que intentó tener sexo con el novio. “Cuando llegó el momento, me aterroricé. Los músculos de mi vagina se pusieron muy tensos, y todo fue sumamente doloroso. Pasó el tiempo y la escena se repitió con otros hombres: me ponía totalmente rígida (lo que hacía imposible la relación) o lograba relajarme lo suficiente para que me penetraran, pero igual sentía un montón de dolor. Nunca tuve un orgasmo, hasta que mi actual novio me sugirió empezar una terapia”, confiesa. Después de algunos meses de tratamiento, que incluyó ejercicios de autoexploración, por fin pudo tener sexo satisfactorio.

17 jun 2010

Las seis peores frases que podés decirle a tu chico

Cuando peleamos con nuestra pareja no es tan raro que nos tiremos con munición gruesa. Pero hay otras instancias, aparentemente pacíficas, en las que también somos capaces de herir al otro. Esto sucede cuando las mujeres decimos cosas supuestamente inofensivas, pero que esconden contenidos muy dañinos para quien las escucha y para la relación de pareja en general. “Son comentarios que parecen agradables. Y justamente por eso se vuelven particularmente insoportables. Quizá él no se dé cuenta conscientemente de cuánto le molestan esas palabras; pero si a un hombre se le envían insistentemente estos mensajes, va a encerrarse en sí mismo para protegerse”, asegura la psicóloga Diana Kirschner, autora del libro Love in 90 Days (Amor en 90 días).

Para evitar que tus comentarios resientan a tu bombón, elegimos las seis “frases matadoras” que pueden dejar las cicatrices más terribles.

1 “Sos mucho mejor que todos esos idiotas con los que salí”.

Sí, claro, parece un cumplido. Pero cuando un hombre escucha esto, empieza a sonar su alarma. “Es la clase de frase que diría una mujer que tuvo mucha mala suerte con los hombres”, explica la psicóloga Rachel Greenwald, autora de Cómo encontrar pareja... después de los 35. Él hará sus cálculos y deducirá que el elemento constante en todas esas malas relaciones fuiste vos. ¡Danger! Además, es probable que piense que así como vos te referís a tus ex como “idiotas”, en un futuro podrías hablar de él de esa forma despectiva.¿Cómo hacer, entonces, para que entienda que valorás esta relación por encima de todas las otras? Es simple: “No menciones a tus ex. La mayoría de los varones no quiere que le hables de los otros hombres de tu vida. Especialmente si todos fueron unos tarados”, dice Greenwald. Si querés elogiarlo, decí algo como “Jamás conocí a alguien como vos”.

2 “¿Estás seguro de que podés pagarlo?”

Si él despilfarra un dinero que no tiene en chiches electrónicos, en un auto o en un regalo muy importante para vos (aunque eso no suena tan mal, ¿no?) es bastante lógico que le adviertas que se está equivocando con la forma de administrar su dinero. El problema es que muchos varones relacionan su valor como personas con la situación de sus finanzas. Para él, que critiques su habilidad para manejar el dinero es igual que decirle “Sos un perdedor”. Es más, lo hará asociarte con la mujer menos sexy y deseable de su vida: su mamá. ¿Una consecuencia posible? Él podría reaccionar como un niño y empezar a ocultarte algunos gastos excesivos, para que no lo señales con el dedo y lo regañes. “Si sos de ningunearlo, cuestionarle si puede pagar un bien determinado puede leerse como una frase provocadora. Pero si le preguntás:‘¿Te parece meterte en este gasto justo ahora?’, podés arrojar sentido común a un momento de gasto excesivo. La clave está en cómo se lo digas”, asegura la psicoanalista Iris Pugliese, codirectora del Centro Psicoanalítico Argentino. Si estás comprometida, casada o involucrada en forma conjunta en una compra en varias cuotas, elegí un momento para hablar de dinero con él. Organicen el presupuesto de una manera realista. Pero si solo están saliendo, lo que él gaste no es tu tema, salvo que sea un comprador compulsivo: en ese caso deberías analizar si tiene sentido seguir con él.

3 “Bueh, sí estamos llegando tarde, pero relajate”.

Nunca es bueno que la gente tenga que esperarte. Pero la escena se vuelve especialmente irritante si además minimizás el retraso. “Es como si estuvieras diciéndole a tu pareja que no tiene derecho a estar molesto. No solo estás llegando tarde: también ninguneás lossentimientos de él”, dice Greenwald. Una forma más astuta de disolver los nervios por una llegada tarde consiste en demostrarle que registrás su preocupación y que estás haciendo todo lo posible por acelerar tu trámite (que consiste en vestirte, maquillarte y dar 60 vueltas frente al espejo). Podés decirle: “Perdoname, sé que para vos es importante llegar puntual. Voy a tratar de ser más rápida la próxima vez”. Así, no solo evitás una pelea, sino que tambiénle asegurás que sus sentimientos cuentan para vos. “Es importante que le hagas notar que no querés manipularlo. Si están llegando 40 minutos tarde y vos le decís ‘relajate’, le das a entender que ante tus ojos él es un zonzo al que podés domesticar con una palabra, aun cuando el problema sea evidente. Y nadie reacciona bien si se da cuenta de que lo subestiman”, asegura la psicóloga Mabel Grossman.

4 “Es un tipo bárbaro, deberían hacerse amigos”.

Conocés a un hombre que te cae muy bien, pensás que tu chico también es divino, y suponés que podrían pasarla bomba tomándose una cerveza todos juntos. Tu intención puede ser totalmente inocente, pero pasás por alto que esto puede derivar en una escena de celos.Después de todo, ¿por qué te importa tanto que él sume más amigos a su vida? Si esto se debe a que esa nueva amistad puede ayudar en tu maquinaria social (el chico es el novio de tu mejor amiga, y lo pasarían bien juntos), tratás de generar algo que debería suceder naturalmente. Y si solo se trata de un compañero de trabajo o de alguien que conociste en algún bar, tu chico puede preguntarse si tenés una vida paralela. “Para él, puede ser amenazante oír que elogiás a otro hombre: da la sensación de que sos vos la que quiere estar cerca de ese nuevo personaje”, dice Kirschner. Y si realmente creés que tu chico y este nuevo amigo podrían llevarse genial, organizá una salida grupal y dejá que las cosas se den naturalmente.

5 “Ella me hizo prometerle que no iba a decírtelo, pero...”.

“Compartir un secreto con tu chico es un acto que fortalece la intimidad entre ustedes. Le das a entender que confiás tanto en él que querés compartir información delicada”, asegura Kirschner. El detalle es que él puede leer esta confidencia de un modo distinto: quizá crea que sos chusma, un atributo que a algunos hombres los saca de quicio. Si tu secreto involucra cuestiones de sexo, él puede encontrarlo interesante. Pero aun así es un poco raro que traiciones la confianza de una amiga. Y si no podés respetar el pedido de una amiga, ¿qué queda para la pareja? Es esperable que él no sienta confianza para contarte ciertas cosas en el futuro. Por supuesto, hay algunos secretos que sí o sí tenés que compartir con alguien.Cuando lo hagas, acompañá esta confidencia con un cumplido. Podés decirle: “Te lo cuento porque sé que sos capaz de mantener un secreto”. Eso demostrará que te preocupa la intimidad de tu amiga y además vas a hacerle sentir a tu novio que es parte de un secreto, y no de su difusión.

6 “No seas tonto... No hago eso desde hace años”.

A ver... Que estés de novia no significa que no puedas bailar hasta las cuatro de la mañana, ni usar ese chiche sexual que guardás en el tercer cajón del placard. Es comprensible que una vez que entrás en una relación estable quieras bajar los decibeles de tus costumbres más zarpadas. Pero decirle a tu novio que determinada actividad pasó a la historia equivale a decir: “Antes me divertía, pero ahora estoy de novia”. ¿La consecuencia? Él puede llegar a vislumbrar un futuro gris en el que solo haya espacio para la posición del misionero y para las noches frente al televisor. Tal vez tu novio te conoció en tu versión “salvaje” cuando empezaron a salir, o seguramente escuchó historias tuyas en boca de tus amigas. Y si de un día para el otro te transformás en una chica “de su casa”, tu chico va a preguntarse si él no te habrá hecho perder la pasión. “Mucha gente cree que debería comportarse de determinada forma para dar a entender en qué etapa de la vida está. Por eso hay quienes sienten que ciertos comportamientos no se llevan bien con la actitud que debería tenerse en una relación comprometida”, cuenta Kirschner. ¿Cuál es el riesgo de esto? “Esa clase de comportamientos tajantes, que se plantean en términos de blanco y negro (“antes yo era así, ahora soy asá”), puede conducir a una relación aburrida”, afirma esta especialista. Aun cuando ahora te seduzca quedarte en casa las noches de los viernes, los varones quieren pensar que están con mujeres divertidas que eligen tomarse la vida con calma. ¿Entendés ahora cuál es la diferencia? Por lo tanto, si querés hablar de tu deseo de “madurar”, mencioná el momento por el que estás pasando sin aludir al pasado. Hablá de alguna cena que te gustaría organizar o de una muestra de arte a la que te divertiría ir, pero nunca te olvides de lo entretenido que es, cada tanto, volver a revolear la chancleta. Te lo aseguramos: tu chico va a ser el primero en agradecértelo.

1 jun 2010

Parejas: Preguntas sobre la infidelidad

Alrededor del tema de la infidelidad hay muchas preguntas y dudas. En Blogmujeres hablamos sobre preguntas y respuestas de Infidelidad.

¿Qué es?

La infidelidad es la traición, el ocultamiento, la mentira. Cuando dos personas forman una pareja y establecen mutuamente un compromiso de amor, respeto y lealtad, las relaciones sentimentales con terceras personas no forman parte del pacto. La infidelidad es la ruptura de ese pacto.

La persona que ha roto ese pacto es responsable de esa infidelidad. Es decir no puedo hacer responsable a la pareja si yo he sido infiel, la infidelidad es una decisión personal. Si en una pareja hay problemas existe el diálogo, la infidelidad no es una opción, es una traición a la pareja y a uno mismo.

¿Cuales son las causas?

Hay dos causas principales en la infidelidad:

  1. La principal causa de la infidelidad es el egoísmo, el no pensar más que en uno mismo sus necesidades y apetencias. En este caso estoy valorando más lo que yo quiero, lo que a mi me apetece, que el compromiso de amor que tengo con otra persona.
  2. Otra causa emparejada con la anterior sería la inmadurez, el no reparar o no querer pensar en las consecuencias que tienen nuestros actos.

Luego existen situaciones que predisponen a la infidelidad, pero ninguna situación lleva a la infidelidad si no se da el egoísmo y la inmadurez.


- La rutina de la relación, cuando se llevan años en pareja se puede producir un deterioro de la convivencia, la infidelidad se ve como medio para aportar novedad y salir de la rutina.

- Vacio emocional. Si se está en una relación donde no se es feliz, donde la persona no ama o no se siente amada por la pareja, la infidelidad se toma como salida para cubrir ese vacío emocional. Lo lógico sería cortar con una relación que no aporta amor y felicidad, pero inciden diversos factores como la presencia de hijos pequeños, falta de autonomía económica, inseguridad etc.

- “Las crisis de inseguridad a envejecer, tal como la crisis de los 40 etc”. Sobre todo en hombres pero también en mujeres, se trata de demostrarse que uno/a aún es atractivo y deseable para el sexo opuesto. Hay un miedo al paso del tiempo, a ir perdiendo ocasiones y momentos de la vida. La infidelidad se usa como medio de reforzar la autoestima y de sentirse más joven.

- Búsqueda de nuevas experiencias, esto ocurre sobretodo en personas que no han tenido relaciones con otras personas.

- Después de varios años de convivencia se produce el cansancio y el deterioro de algunas parejas que no han puesto los medios para evitarlo y esto junto con el aburrimiento puede conducir a la infidelidad.

- Por celos sean infundados o ciertos, hay personas que llegan a ser infieles como forma de “castigar” a la pareja. Ejemplo, a veces una mujer muy celosa que supervisa a su pareja constantemente puede favorecer que si la pareja es inmadura, está decepcionado, harto de la situación, en lugar de hablar, solucionar el tema o romper, opte por ser infiel y piense ¿no tenías celos, pues ya tienes motivos?.

- Un hombre que ha sido infiel y la pareja lo sabe puede llegar a tal estado de decepción y resentimiento que piense que si él le ha sido infiel, se merece le hagan lo mismo.

Seguiremos hablando en otros artículos sobre la pareja, otros aspectos de la infidelidad, los celos, como llevarse mejor en pareja y muchos otros temas interesantes.

26 feb 2010

¿Puedes tener más de un alma gemela?

“Nuestra cultura nos condiciona a pensar que toda mujer tiene su príncipe azul”, dice Joseph Dragun, autor de Falling In Love Is Not Enough (Enamorarse no es suficiente). No obstante, ni uno solo de los expertos que entrevistamos creen en la teoría de la única alma gemela. No sólo no es cierta, nos advierten, sino que podría arruinar nuestra vida amorosa.

Conexiones múltiples

“Desde luego que puedes enamorarte muchas veces de tu alma gemela”, afirma Dragun. “Y lo más probable es que sean diferentes tipos de enamoramiento dependiendo de la fase vital en la que estés”. A medida que creces y cambias, también cambia el tipo de hombre que te va. Por tanto, tu alma gemela a los 18 años puede no ser la misma que a los 28. Ese es el motivo de que la mayoría de la gente no se quede con su primer amor.

También puede ocurrir justo lo contrario, que te quedes con la persona incorrecta porque piensas que se trata del amor de tu vida. Los factores que hicieron que estuvierais juntos al principio –por ejemplo, la pasión y el deseo– no son los que os mantendrán unidos, explica Michael Broder, autor de Can Your Relationship Be Saved? (¿Puede salvarse vuestra relación?). Encontrar un alma gemela consiste en crear una conexión única con una persona en la que puedes confiar y con la que puedes ser tú misma.

Libérate de la fantasía

Piénsalo bien. Imaginar que tu alma gemela es un filántropo multimillonario que está como un queso y al que le encantan los niños no hace más que limitar muchísimo tus posibilidades para conectar con un hombre emocionalmente. “El síndrome del alma gemela se da cuando formas en tu mente una idea del hombre perfecto”, dice Broder. “Eso crea unas condiciones difíciles de cumplir”. La clave es encontrar el equilibrio. No tengas prisa en colocarle a un tío la etiqueta de “alma gemela”, pero tampoco descartes a alguien por no cumplir todas y cada una de las expectativas que tienes de tu “hombre ideal”. Imaginarse a tu media naranja es maravilloso pero es más realista pensar que eres una naranja completa y que seguro que encuentras otra ¡con la que hacer un sabroso zumo!

24 feb 2010

Recupera a tu chica

Siguiendo con la sabiduría popular, se dice que "donde hubo fuego siempre quedan brasas". Por eso cuando ves a tu ex novia no puedes evitar pensar: "¿Y si lo intentáramos de nuevo?". Antes de planteártelo (y planteárselo) en serio tienes que estar seguro de que no te estás dejando llevar por el aburrimiento o por el miedo a quedarte solo. Sobre esos cimientos sólo podrás construir una tienda de campaña, y es hora de que seas ambicioso y crees tu propio palacio. Una vez has tomado la decisión, ten en cuenta que tendrán que producirse cambios, tanto en tu forma de actuar como en la suya. Para ello conviene distinguir claramente qué tipo de ruptura fue, porque la táctica será diferente en cada caso.

El cuento de nunca acabar

Las cosas no iban bien desde hacía bastante tiempo. Cortabais y volvíais juntos cada dos por tres y, de tanto hacerlo, os paso como a Pedro con el lobo: pensasteis que la última vez era de broma, pero han pasado varias semanas y parece que ahora sí va en serio. "En muchas ocasiones la ruptura se emplea como una llamada de atención para que el otro cambie de actitud", comenta el sexólogo andaluz Antonio Daniel García Rojas. Éstas son ese tipo de rupturas que los protagonistas dramatizan mientras sus allegados los miran con cara de escepticismo sabiendo que son temporales. Pero hay veces en que se tira tanto de la cuerda que se rompe. Y uno de los dos dice: "hasta aquí hemos llegado".

¿Qué falló?
Para empezar, ninguno de los dos se tomó las demandas del otro en serio. Eran esas cosas "pesadas" que te pedía o que le pedías que hiciera. Bastaba con portarse bien durante un par de semanas para que las aguas volvieran a su cauce y luego, como la cabra tira al monte, se volvía a la actitud de siempre, que era la que al otro le sacaba de quicio. En general, no hay una única razón, suelen ser la suma de varias. Pero, amigo, para una mujer la suma de detalles es lo que crea un comportamiento.

Para entender lo que le molestaba tienes que hacer un ejercicio de abstracción. ¿Se enfadaba porque dejabas abierto el tapón del champú? ¿Por qué no recogías los platos? ¿Por qué no te levantabas a abrir la puerta? Nadie corta sólo por eso. Son síntomas y ella, en el fondo, te acusaba de no echarle una mano, de no ser un compañero de verdad y, seguramente, de ser un egoísta. Piensa, también, en las cosas que te enervaban de ella y busca un nexo común, para entender qué es exactamente lo que necesitas que cambie. Aquí ambos debéis tener en cuenta una cosa: se pueden modificar actitudes, pero no se puede cambiar la personalidad de nadie. Hay que ser realista acerca de qué puedes pedir y qué puedes conseguir y, también, saber a qué estás dispuesto a comprometerte sinceramente.

¿Cómo se puede solucionar?
Una vez eres realmente consciente del problema que os llevó a la ruptura, es el momento de exponerlo. Y, sobre todo, de aportar soluciones. Estas conversaciones no deben convertirse nunca en discusiones, porque entonces volvéis a lo de siempre. Antes de entrar al trapo, lo mejor es recordar que queréis estar juntos, que estáis dispuestos a arreglar lo que ha sucedido. Y después, mirar los problemas que más os afectan. Verbalizarlos es importante, porque muchas veces, al hacerlo, se descubre que no son tan graves como parecen cuando están encerrados en la cabeza de cada cual. Todos tendemos a montarnos películas, pero muchas veces, cuando explicamos el argumento, nos damos cuenta de que tienen más de comedia que de drama.

Lo dejásteis hace mucho tiempo

Por casualidades de la vida, te has vuelto a encontrar con esa chica con la que estuviste saliendo hace años. Seguramente, también tuvisteis vuestros malos rollos, pero la mayoría de los humanos, para vivir en este valle de lágrimas, tiende a almacenar los recuerdos positivos. De todos modos, sé consciente de que a veces, se tienden a idealizar el recuerdo, sobre todo si el presente no es muy esperanzador. "Muchas veces nos decimos a nosotros mismos: ‘aquél no era el momento, éramos demasiado jóvenes. Si ahora sigo sintiendo algo, es porque es de verdad’. Es necesario distinguir si nos estamos engañando para encontrar una válvula de escape a nuestra situación actual", advierte Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona.

¿Qué falló?
Bueno, en estos casos lo importante es saber qué cree ella que os llevó a la ruptura. Los hombres y las mujeres almacenemos los recuerdos de forma diferente. A no ser que fuera algo muy traumático, es muy posible que tú no lo recuerdes o que no le des importancia. Pero no ocurrirá lo mismo con ella y eso no significa que sea rencorosa, sino que le dedicó en el pasado más tiempo a darle un sentido a vuestro final. "Las mujeres necesitan encontrar una explicación de por qué una relación ha acabado para poder seguir adelante. Por ello, en su momento, le dan más vueltas. Y cuando llegan a sus conclusiones, pueden cerrar ese capítulo", explica Molero. Por tanto, deberías saber en qué archivador te encuentras.

¿Cómo se puede solucionar?
Estas relaciones son muy satisfactorias al principio. Es como cuando te encuentras a un antiguo amigo al que hace tiempo que no ves y empezáis a contaros batallitas del pasado. A todos nos gusta recordar cómo éramos. Por eso, en los primeros contactos, se crean situaciones muy cómodas. Es como ligar con un airbag contra el rechazo. Pero para poder reanudar vuestra historia, deberéis interesaros no por lo que fuisteis, si no por lo que sois ahora. De lo contrario, la relación está abocada al fracaso.

Separación traumática

Juraste que no la volverías a ver nunca. Se puede decir que lo hicisteis todo a lo grande y vuestra ruptura no fue una excepción. Pero, pasado el tiempo, tienes esa sensación de "ni contigo ni sin ti". Éste es sin duda el escenario más peliagudo, pues existe mucho resentimiento y cosas que no se pueden borrar de un día para otro.

¿Qué falló?
Entrasteis en el modo "ataque directo" y cada uno se dedicó a satanizar al otro. Cuando algo te duele, tiendes a buscar a un culpable, porque cuando uno se siente herido no tiene el cuerpo para la autocrítica. Y cuanto más terrible sea éste, más justificado estará tu dolor. Es un mecanismo psicológico de autodefensa. Y llegados a este punto, somos capaces de sacar lo peor que llevamos dentro. Eso sí, tendemos siempre a pensar que simplemente nos defendíamos de un ataque, sin darnos cuenta, de que no fuimos angelitos.

¿Cómo se puede solucionar?
Para empezar, tendríais que hacer borrón y cuenta nueva. Y eso no va a resultar tarea fácil. Pero para eso estamos nosotros: te proponemos varias técnicas para debatir sin arrancaros los ojos. "Una discusión no debe durar más de 30 minutos. El primer paso sería apuntar lo que más nos molesta del otro, pero siendo muy cuidadoso con el lenguaje", propone la sexóloga Laura Freixa. Por poner un ejemplo descafeinado, si odias que ella hable como una cotorra por teléfono, deberías decirle que cuando lo hace, te sientes mal porque piensas que tu conversación no le parece interesante. Es mejor, siempre, explicar lo que uno siente que acusar al otro. Según la especialista, no basta con exponer los problemas, se han de buscar soluciones. Deberíais aportar varias y puntuarlas del 1 al 5. "Para que quede constancia, debería redactarse una especie de contrato que puede escribirse en un tono desenfadado, pero se trataría de resumir a qué os comprometéis cada uno", aconseja Freixa.

¿Quieres volver?

Una reconciliación no debería empezar nunca con la premisa de "a ver qué pasa". Según los expertos, la mejor manera de que funcione es quemar las naves y no dejar eternamente abierta la posibilidad de huida. Para estar convencido de tomar la decisión correcta, divide un folio en dos partes. Escribe lo que te gustaba de la relación y lo que no. Después apunta las cosas que estarías dispuesto a cambiar de ti y las que ves imposible modificar. Las matemáticas te darán la solución. Otro ejercicio interesante es que imagines cómo será tu vida si estás con esa persona dentro de cinco años y cómo sin ella.

14 ene 2010

10 formas de iniciar una charla con una mujer

La gran incógnita de todo hombre ante una mujer desconocida es: “¿cómo empiezo a hablarle?”. Táctica y estrategia del primer avance para con una mujer resumidos en 10 tips, a continuación.

Seguramente hay mil formas de abordar a una mujer y seguramente cada una de ellas dependa de que clase de hombre eres tu y de que clase de mujer crees que es ella, pero aquí te dejamos 10 formas de abordar una conversación con una mujer para arrancar con el pie derecho.

1. “Hey” / “Hola” / “¿Que tal?”. Simple y llanamente un saludo, de seguro la mejor forma para comenzar una charla. Cuando quieres empezar a dialogar con una mujer atractiva tienes que tener en cuenta que es probable que muchos hombres hayan intentado comenzar una charla con ella y por ende de seguro se conoce todo lo que podamos aquí enlistar. Mejor ser natural y espontaneo con un saludo clásico y para nada artificial. Lo difícil, en este caso, no será comenzar la charla sino seguirla.

2. “¡Salud!”. Copa en mano (preferentemente en un bar o fiesta) ofreces un brindis (preferentemente a una mujer o grupo de mujeres que también tengan una copa). Es una forma simpática y divertida de comenzar la interacción. Además, piensa que después del brindis inevitablemente tomas algo de alcohol o, como prefiero llamarlo yo, “lubricante social”.

3. Habla de algo o alguien del lugar. Si encuentras algo inusual en el ambiente es probable que no seas el único a quien eso le llama la atención y puedes utilizar este argumento como punto de partida para una charla. Alguien vestido de forma llamativa, alguna decoración que te remita a algo gracioso o simplemente algo hilarante que ande dando vueltas pueden ser un buen puntapié inicial.

4. Actualidad. Estar informado acerca de eventos o sucesos es un buen recurso. Te brindará la posibilidad de abarcar más temas de charla posibles ya que es probable que si se trata de eventos importantes ella también esté al tanto del tema.

5. Pregúntale su opinión. La excusa de tener un punto de vista femenino suele ser efectiva. Puedes interponer como excusa el hecho de que quieres su opinión acerca de algo que esté alrededor o de algo que simplemente surja: moda, relaciones, rumores sobre celebridades, etc.

6. Piensa en algo divertido o interesante. ¡Ojo! Para estoy hay que tener capacidad de oratoria, sino, si te muestras poco natural, corres el riesgo de quedarte a mitad de camino de tu objetivo.

7. Juega un juego. Hay miles de juegos sencillos que puedes interponer como excusa para charlar. Si te animas te proponemos el siguiente juego. Estás en un bar o restaurant y te llama la atención alguna mujer en otra mesa puedes llamar al camarero y pedirle que le acerca un servilleta con un ta-te-ti dibujado. Cuando lo reciba se sorprenderá y probablemente acceda al juego.

8. Haz una apuesta. Los desafíos son buena forma de comenzar una charla y tienen el plus de mantener la atención y la tensión. Puedes apostarle algo (sencillo aunque también simpático) para mantener su atención.

9. Observa y critica al último hombre que estuvo con ella. Si no está más con ella, probablemente ella se adhiera a tus críticas y observaciones. Lo importante es que demuestres que tu estás en la vereda contraria a las actitudes criticadas. Ten precaución de hacerlo sin maldad y de manera jocosa.

10. Haz que ella escuche algo de una conversación que estés teniendo alguien más. Es una buena forma de llamar su atención, aunque requiere un poco de teatro. Por ejemplo, puedes ubicarte lo suficientemente cerca de ella junto a un amigo para asegurarte que ella escuchará lo que digas y cuando estés allí asegúrate de decir algo que llame la atención de ella lo suficiente como para que ella objete o comente algo al respecto. Atacar infantil y machistamente al sexo femenino puede funcionar pero siempre sin maldad.

Prueba alguna de estas diez técnicas y verás que tendrás el camino abierto para comenzar a sumar puntos.

Via: blogellos

11 ene 2010

Sólo amigos

Hay una pregunta que creo que todas, en algún minuto, se la han hecho. ¿Puede un hombre y una mujer ser solamente amigos? Hay un gran grupo de personas, que a veces es bastante fastidioso también, que jura de guata que no existe tal cosa como la pura amistad entre personas heterosexuales del sexo opuesto.

Pero yo me pregunto ¿por qué no? No es como que me enamore inevitablemente de cada hombre al que me acerco un poco en señal de amistad, ¿cierto? ¡Sería ridículo!. Para mí es perfectamente posible tener un grupo de hombres a los que amo, y ojo, pero que no deseo. Porque mi pareja es ese hombre que cumple todo lo que necesito: lo amo, lo deseo, lo respeto, lo admiro. Y los otros, los amigos, son esos hombres que me encantan como compañeros para pasarlo bien, para contarle mis rollos, para reírme un rato. ¿Por qué sería algo imposible? Mi vida se enriquece con amistades de ambos sexos. Pero luego viene ese grupito fastidioso liderado por Harry de la increíble película Cuando Harry conoció a Sally y me dice que “tú, por ser mujer, crees ser sólo amiga de tus amigos, pero ellos, en algún punto, te van a ver como algo más”.

¿Qué me están diciendo? ¿Que no hay solución? ¿Qué los hombres siempre serán más animales, por así decirlo, y yo seré para todos los que se me acercan, una potencial pareja? ¡No puede ser! Me niego a creer semejante afirmación. Entiendo que con todos tus amigos y amigas, existe una atracción. Después de todo, por algo son tus amigos, porque esas personas te gustan. Pero algo muy distinto es que te guste en el sentido de que atrae de forma más fuerte y que te puedes enamorar de él.

Así que, una vez más, les pregunto esa cuestión que todas nos hemos preguntado alguna vez en la vida. ¿Pueden un hombre y una mujer ser sólo amigos?

26 dic 2009

¿Por qué eres celoso?

No son pocas las relaciones que se rompen porque uno de los dos termina haciendo una escena de celos tal que el otro no aguanta y termina dejando al primero con la palabra en la boca, gritando, maldiciendo y… sin compromiso de nuevo.

Si sientes que los celos enfermizos o sin razón terminan siendo un obstáculo en tu relación y te impiden desarrollar una nueva, tal vez sea momento que ubiques la raíz de aquel sentimiento. La manera en cómo reaccionas a las cosas ha sido determinada en tu cerebro desde que eras muy pequeño y tus experiencias sociales han formado tu carácter. ¿Cuál de estas razones provocan que seas un celoso?

1. Experiencias pasadas. Tu última novia te engañó y has estado con la guardia en alto desde entonces.

2. Proyección. Eres un jugador. Engañas a las mujeres y asumes que ellas harán lo mismo contigo.

3. Tomas alcohol o ingieres drogas. Las sustancias tóxicas tienen en ocasiones ese efecto colateral, el de volverte un loco paranoico.

4. No estás acostumbrado a una mujer sociable. Para ti, una mujer que siempre esté rodeada de amigos, tanto hombres como mujeres, es un concepto extraño y por tanto no confiable.

5. Eres inseguro. Enfréntalo: piensas que no eres lo suficientemente bueno para ella, así que la idea de perderla te pone paranoico.

6. Eres pesimista. Piensas que todo lo bueno tiene su fin, incluyendo tu relación con ella. Tratas por tanto de prolongar tu relación con protección excesiva.

7. Ella te contó de su pasado. Ella tiene experiencia y sus ex están todavía por la zona. La idea que ella duerma con alguno de ellos te vuelve loco.

8. Ella siempre quiere tener sexo contigo. Si tiene un gran apetito sexual, te pones celoso porque piensas que si no estás a su lado siempre ella querrá tener sexo con otro tipo.

¿Te identificas con alguno de estos motivos o tienes algún otro? coméntalo más abajo

26 oct 2009

Consejos: salir con amigos sin enojar a tu pareja

Muchachos, suele suceder que nuestras actitudes más masculinas pueden ponernos en jaque ante nuestras mujeres. El futbol, la playstaion, los bares y demás preferencias que nos diferencian como género humano pueden ser actitudes que nos resten puntos ante el sexo opuesto. Hoy nos ocuparemos de un tema central en la vida todo hombre y que muchas veces es caldo de cultivo del recelo femenino: los amigos.

Es inevitable: los hombres solemos movernos en manada. Es decir que nos gusta estar entre pares ya sea compartiendo un partido de futbol en la tele, jugando un videojuego o simplemente charlando café o cerveza de por medio. Pero todo ello insume tiempo y ese tiempo, a juzgar de nuestras parejas, muchas veces puede ser entendido como “tiempo que no le dedicamos a ellas”. Aquí algunos básicos para poder disfrutar de la amistad sin generar conflictos con tu pareja.

1. Deja en claro que tienes un fuerte sentido de la amistad. Ese es un aspecto positivo para que una mujer tenga en cuenta ya que quiere decir que tienes alta estima por quienes te están cerca.

2. No mientas si vas a ir de parranda, mejor omite la verdad sobre los pasajes más comprometedores de tus salidas juerguistas, sobre todo si en tu círculo de amigos hay parejas de amigas de tu chica, puesto que es muy fácil pisarse la cola de ese modo.

3. Hazle entender que cuando pasas tiempo con tus amigos no es que prefieres pasar el tiempo con ellos y no con ella, sino que son momentos distintos y salidas o encuentros diferentes y que cada reunión, ya sea con amigos o con pareja, no es ni mejor ni peor sino que tiene su encanto propio.

4. No celes cuando ella salga con amigas. Los celos son como una pelota de tenis: cuando la arrojas del otro lado de la red lo más probable es que vuelva.

5. Deja que conozca a tus amigos, aunque cerciórate de que conozca los rasgos más positivos de cada uno de ellos.

Pon a prueba estos consejos y verás que ir a ver el partido a lo de tus amigos será una experiencia más tranquila, sin culpas al partir y sin reproches al volver.

Via: blogellos

14 oct 2009

Recupera a tu chica

Siguiendo con la sabiduría popular, se dice que "donde hubo fuego siempre quedan brasas". Por eso cuando ves a tu ex novia no puedes evitar pensar: "¿Y si lo intentáramos de nuevo?". Antes de planteártelo (y planteárselo) en serio tienes que estar seguro de que no te estás dejando llevar por el aburrimiento o por el miedo a quedarte solo. Sobre esos cimientos sólo podrás construir una tienda de campaña, y es hora de que seas ambicioso y crees tu propio palacio. Una vez has tomado la decisión, ten en cuenta que tendrán que producirse cambios, tanto en tu forma de actuar como en la suya. Para ello conviene distinguir claramente qué tipo de ruptura fue, porque la táctica será diferente en cada caso.

El cuento de nunca acabar

Las cosas no iban bien desde hacía bastante tiempo. Cortabais y volvíais juntos cada dos por tres y, de tanto hacerlo, os paso como a Pedro con el lobo: pensasteis que la última vez era de broma, pero han pasado varias semanas y parece que ahora sí va en serio. "En muchas ocasiones la ruptura se emplea como una llamada de atención para que el otro cambie de actitud", comenta el sexólogo andaluz Antonio Daniel García Rojas. Éstas son ese tipo de rupturas que los protagonistas dramatizan mientras sus allegados los miran con cara de escepticismo sabiendo que son temporales. Pero hay veces en que se tira tanto de la cuerda que se rompe. Y uno de los dos dice: "hasta aquí hemos llegado".

¿Qué falló?

Para empezar, ninguno de los dos se tomó las demandas del otro en serio. Eran esas cosas "pesadas" que te pedía o que le pedías que hiciera. Bastaba con portarse bien durante un par de semanas para que las aguas volvieran a su cauce y luego, como la cabra tira al monte, se volvía a la actitud de siempre, que era la que al otro le sacaba de quicio. En general, no hay una única razón, suelen ser la suma de varias. Pero, amigo, para una mujer la suma de detalles es lo que crea un comportamiento.

Para entender lo que le molestaba tienes que hacer un ejercicio de abstracción. ¿Se enfadaba porque dejabas abierto el tapón del champú? ¿Por qué no recogías los platos? ¿Por qué no te levantabas a abrir la puerta? Nadie corta sólo por eso. Son síntomas y ella, en el fondo, te acusaba de no echarle una mano, de no ser un compañero de verdad y, seguramente, de ser un egoísta. Piensa, también, en las cosas que te enervaban de ella y busca un nexo común, para entender qué es exactamente lo que necesitas que cambie. Aquí ambos debéis tener en cuenta una cosa: se pueden modificar actitudes, pero no se puede cambiar la personalidad de nadie. Hay que ser realista acerca de qué puedes pedir y qué puedes conseguir y, también, saber a qué estás dispuesto a comprometerte sinceramente.

¿Cómo se puede solucionar?

Una vez eres realmente consciente del problema que os llevó a la ruptura, es el momento de exponerlo. Y, sobre todo, de aportar soluciones. Estas conversaciones no deben convertirse nunca en discusiones, porque entonces volvéis a lo de siempre. Antes de entrar al trapo, lo mejor es recordar que queréis estar juntos, que estáis dispuestos a arreglar lo que ha sucedido. Y después, mirar los problemas que más os afectan. Verbalizarlos es importante, porque muchas veces, al hacerlo, se descubre que no son tan graves como parecen cuando están encerrados en la cabeza de cada cual. Todos tendemos a montarnos películas, pero muchas veces, cuando explicamos el argumento, nos damos cuenta de que tienen más de comedia que de drama.

Lo dejáste hace mucho tiempo

Por casualidades de la vida, te has vuelto a encontrar con esa chica con la que estuviste saliendo hace años. Seguramente, también tuvisteis vuestros malos rollos, pero la mayoría de los humanos, para vivir en este valle de lágrimas, tiende a almacenar los recuerdos positivos. De todos modos, sé consciente de que a veces, se tienden a idealizar el recuerdo, sobre todo si el presente no es muy esperanzador. "Muchas veces nos decimos a nosotros mismos: ‘aquél no era el momento, éramos demasiado jóvenes. Si ahora sigo sintiendo algo, es porque es de verdad’. Es necesario distinguir si nos estamos engañando para encontrar una válvula de escape a nuestra situación actual", advierte Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona.

¿Qué falló?

Bueno, en estos casos lo importante es saber qué cree ella que os llevó a la ruptura. Los hombres y las mujeres almacenemos los recuerdos de forma diferente. A no ser que fuera algo muy traumático, es muy posible que tú no lo recuerdes o que no le des importancia. Pero no ocurrirá lo mismo con ella y eso no significa que sea rencorosa, sino que le dedicó en el pasado más tiempo a darle un sentido a vuestro final. "Las mujeres necesitan encontrar una explicación de por qué una relación ha acabado para poder seguir adelante. Por ello, en su momento, le dan más vueltas. Y cuando llegan a sus conclusiones, pueden cerrar ese capítulo", explica Molero. Por tanto, deberías saber en qué archivador te encuentras.

¿Cómo se puede solucionar?

Estas relaciones son muy satisfactorias al principio. Es como cuando te encuentras a un antiguo amigo al que hace tiempo que no ves y empezáis a contaros batallitas del pasado. A todos nos gusta recordar cómo éramos. Por eso, en los primeros contactos, se crean situaciones muy cómodas. Es como ligar con un airbag contra el rechazo. Pero para poder reanudar vuestra historia, deberéis interesaros no por lo que fuisteis, si no por lo que sois ahora. De lo contrario, la relación está abocada al fracaso.

Separación traumática

Juraste que no la volverías a ver nunca. Se puede decir que lo hicisteis todo a lo grande y vuestra ruptura no fue una excepción. Pero, pasado el tiempo, tienes esa sensación de "ni contigo ni sin ti". Éste es sin duda el escenario más peliagudo, pues existe mucho resentimiento y cosas que no se pueden borrar de un día para otro.

¿Qué falló?

Entrasteis en el modo "ataque directo" y cada uno se dedicó a satanizar al otro. Cuando algo te duele, tiendes a buscar a un culpable, porque cuando uno se siente herido no tiene el cuerpo para la autocrítica. Y cuanto más terrible sea éste, más justificado estará tu dolor. Es un mecanismo psicológico de autodefensa. Y llegados a este punto, somos capaces de sacar lo peor que llevamos dentro. Eso sí, tendemos siempre a pensar que simplemente nos defendíamos de un ataque, sin darnos cuenta, de que no fuimos angelitos.

¿Cómo se puede solucionar?

Para empezar, tendríais que hacer borrón y cuenta nueva. Y eso no va a resultar tarea fácil. Pero para eso estamos nosotros: te proponemos varias técnicas para debatir sin arrancaros los ojos. "Una discusión no debe durar más de 30 minutos. El primer paso sería apuntar lo que más nos molesta del otro, pero siendo muy cuidadoso con el lenguaje", propone la sexóloga Laura Freixa. Por poner un ejemplo descafeinado, si odias que ella hable como una cotorra por teléfono, deberías decirle que cuando lo hace, te sientes mal porque piensas que tu conversación no le parece interesante. Es mejor, siempre, explicar lo que uno siente que acusar al otro. Según la especialista, no basta con exponer los problemas, se han de buscar soluciones. Deberíais aportar varias y puntuarlas del 1 al 5. "Para que quede constancia, debería redactarse una especie de contrato que puede escribirse en un tono desenfadado, pero se trataría de resumir a qué os comprometéis cada uno", aconseja Freixa.

¿Quieres volver?

Una reconciliación no debería empezar nunca con la premisa de "a ver qué pasa". Según los expertos, la mejor manera de que funcione es quemar las naves y no dejar eternamente abierta la posibilidad de huida. Para estar convencido de tomar la decisión correcta, divide un folio en dos partes. Escribe lo que te gustaba de la relación y lo que no. Después apunta las cosas que estarías dispuesto a cambiar de ti y las que ves imposible modificar. Las matemáticas te darán la solución. Otro ejercicio interesante es que imagines cómo será tu vida si estás con esa persona dentro de cinco años y cómo sin ella.

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