No son pocas las relaciones que se rompen porque uno de los dos termina haciendo una escena de celos tal que el otro no aguanta y termina dejando al primero con la palabra en la boca, gritando, maldiciendo y… sin compromiso de nuevo.
Si sientes que los celos enfermizos o sin razón terminan siendo un obstáculo en tu relación y te impiden desarrollar una nueva, tal vez sea momento que ubiques la raíz de aquel sentimiento. La manera en cómo reaccionas a las cosas ha sido determinada en tu cerebro desde que eras muy pequeño y tus experiencias sociales han formado tu carácter. ¿Cuál de estas razones provocan que seas un celoso?
1. Experiencias pasadas. Tu última novia te engañó y has estado con la guardia en alto desde entonces.
2. Proyección. Eres un jugador. Engañas a las mujeres y asumes que ellas harán lo mismo contigo.
3. Tomas alcohol o ingieres drogas. Las sustancias tóxicas tienen en ocasiones ese efecto colateral, el de volverte un loco paranoico.
4. No estás acostumbrado a una mujer sociable. Para ti, una mujer que siempre esté rodeada de amigos, tanto hombres como mujeres, es un concepto extraño y por tanto no confiable.
5. Eres inseguro. Enfréntalo: piensas que no eres lo suficientemente bueno para ella, así que la idea de perderla te pone paranoico.
6. Eres pesimista. Piensas que todo lo bueno tiene su fin, incluyendo tu relación con ella. Tratas por tanto de prolongar tu relación con protección excesiva.
7. Ella te contó de su pasado. Ella tiene experiencia y sus ex están todavía por la zona. La idea que ella duerma con alguno de ellos te vuelve loco.
8. Ella siempre quiere tener sexo contigo. Si tiene un gran apetito sexual, te pones celoso porque piensas que si no estás a su lado siempre ella querrá tener sexo con otro tipo.
¿Te identificas con alguno de estos motivos o tienes algún otro? coméntalo más abajo