Hidratación, por la mañana
La mañana es un buen momento para hidratar la piel de cara a afrontar las agresiones del día aunque, de manera general, la utilización de una crema hidratante se recomienda tras cada limpieza de la piel. Una de las cosas más importantes que puedes hacer por tu piel es hidratarla diariamente: las cremas hidratantes retienen la humedad, protegen tu piel contra las agresiones de los factores medio ambientales y mantienen la piel suave y radiante. Además, es recomendable usar un producto hidratante que además tenga SPF para protegerla contra los efectos dañinos del sol y evitar así manchas solares y arrugas prematuras.
Un truco: la aplicación de la crema hidratante con la piel un poco húmeda favorecerá la penetración del agua y hará que el efecto hidratante se mantenga durante más horas.
¿Y el sérum?
Lo normal es utilizarlo por la mañana y por la noche como un complemento a la hidratación básica diaria, ya que la textura ligera y la altísima concentración de principios activos de los sérum hace que sus ingredientes penetren hasta las capas más profundas de la piel potenciando así el efecto de la crema hidratante.
Un truco: aplicar el sérum en pases horizontales, desde el interior hacia el exterior del rostro, sin masajear (eso podría alterar su estructura).
Contorno de ojos
Se recomienda aplicar el contorno de ojos todos los días, por la mañana y por la noche, siempre después de haber limpiado la cara. Es importante utilizar un producto específico para esa zona, ya que la piel de la franja periorbital (alrededor de los ojos) es la más fina y sensible de toda la cara: se trata de una zona extremadamente frágil. Además los tres factores principales que alteran una mirada joven son las ojeras, las bolsas y la flacidez de los párpados; gracias a un tratamiento exclusivo, podrás reducir la presencia de estos factores y atenuar las marcas de expresión.
Un truco: no es recomendable frotarse enérgicamente la zona del contorno de ojos, ya que es una piel muy fina y susceptible a la flacidez.
