Si tienes la piel muy clara... lo ideal es apostar por los tonos avellana, castaños cálidos, caobas y cobrizos. Si tienes, además, los ojos claros, usa un tono que vaya del rubio claro al medio o bien un color avellana. Si, por el contrario tus ojos son oscuros, acertarás eligiendo un tono castaño que tire a caoba y, sobre todo, descarta los platinos y los negros azulados, ya que estos últimos endurecen las facciones.
Si tu piel es oscura... lo perfecto son los tonos caoba y toda la gama de castaños. Para los ojos claros en este caso, Javier Ruiz recomienda el color miel, pues ilumina y aporta dulzura al rostro. Mientras, los ojos oscuros combinan tanto con tonos rojizos como con castaños y conviene descartar los rubios muy claros.
¿Y con la piel rosada? Te vendrá bien cualquier tono de la gama de los rubios o de los castaños cálidos, porque consiguen atenuar el rosa de las mejillas. En este caso, si los ojos son claros, da un toque de luz a tu rostro con un color dorado, mientras que si tienes los ojos oscuros, puedes probar con un color avellana.
