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13 sept 2012

¿Estáis descuidando vuestra relación de pareja?

A veces, la confianza da asco y puede ser que esté afectando a vuestra relación de pareja. ¿Cómo evitarlo? ¡Apostando por lo sexy!

Bajo la típica escena doméstica en la que estáis tu chico y tú acurrucados en el sofá viendo una peli, hay mucho más que una lectura romántica. Lo sabes. Toma distancia, visualízate en ella y confiésanos qué llevas puesto: ¿el traje regional de estar por casa (chándal o pijama de franela) con el pelo sucio a juego, verdad? Vamos, que eres la antilujuria en persona; un pequeño desastre en pantuflas. Al fin y al cabo, entre “relación de pareja” y “relajación de pareja” sólo hay un “¡ja!” de diferencia, y cuando una pareja lleva conviviendo cierto tiempo, lo más normal es que se pierdan las formas, lo que podría tener consecuencias.

EL AMOR NO ES ESO

Sentirte cómoda en presencia de tu novio no es algo malo, pero sentirte demasiado cómoda, sí. Este exceso puede hacer que tu relación de pareja se precipite hacia la degradación casera más absoluta y que tú misma entres en fase estética terminal. ¿Cuántas veces has pensado: “ahora que tengo novio, ya no me tengo que depilar"?

Efectivamente, tu novio te quiere tal y como eres, pero créenos, no depilarse normalmente o estar todo el día con tu viejo pijama (por mucho que él te haya dicho que le encanta el culito que te hace) puede llevaros a ese desgaste.

SEDUCTORA 'AT HOME'

"Es inevitable que las ganas de arreglarse para seducir a tu pareja se vayan diluyendo en la rutina del día a día. Simplemente hay que ponerle interés al asunto y hacer un esfuerzo por recuperarlas. En una relación de pareja, los pequeños gestos son fundamentales para un buen funcionamiento de la pareja”, explica la psicóloga Pilar Varela. “Pero no se trata de ningún drama. Muy al contrario. Qué mejor síntoma de que sois una pareja estable que poder comportaros con libertad el uno frente al otro. Siempre se ha dicho que te das cuenta de lo mucho que quieres a otra persona cuando la has visto en sus horas más bajas y, aun así, tus sentimientos no han variado un ápice”, continúa.

TODO ES MEJORABLE

Si tienes que tirar de agenda para comprobar cuando fue la última vez que te sentiste sexy entre las paredes de tu hogar, toma nota: la próxima vez que vayas a comprar ropa interior no caigas en la tentación del conjunto calentito, apuesta por el camisón sexy. Del salto de cama al salto del tigre.

Otra opción es ponerte una camiseta suya que te llegue por las rodillas. A los tíos les encanta que lleves su ropa, ya verás cómo se derrite con solo verte.

Por supuesto, esta historia es aplicable a la inversa. Seguro que tu chico no se queda corto y no se pasea por casa precisamente de esmoquin y con el pelo engominado. ¡Eso cuando no te está pidiendo que le explotes ese grano de la espalda al que es incapaz de llegar! Dale un toque y embarcaos al unísono en la recuperación de ese decoro que os habéis dejado aparcado en el umbral de la puerta de entrada. Un “Amor, si no vas a hacer deporte, quítate el chándal” a tiempo te puede ahorrar posteriores estampas de dejadez marital frente al televisor. Si no, siempre puedes tirárselo a la basura con mucho amor y sin que se de cuenta. Poneos guapos el uno para el otro. Instaurar de nuevo ese misterio inicial que tanto os enganchó. Así recordarás por qué estás con él y no con el vecino del quinto, ése que va siempre hecho un pincel.

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