La celulitis en el hombre ¿existe?

Los hombres pueden tener celulitis como cualquier otro mortal. Resumido búrdamente, la celulitis es grasa acumulada que se ha compactado en una zona determinada: un exceso de peso puede ser una razón.

Aunque no la única, por supuesto. Más allá de los michelines, esta grasa en exceso que no quema el organismo por la razón que sea se empaqueta y el organismo lo coloca en el almacén de reserva.
En las mujeres, hay una predisposición de sexo en acumular más por si acaso (alguien tiene que parir en este mundo) y lo hacemos en caderas, muslos, abdómen. En los hombres, ese almacén es menos exigente y está situado más bien en la cintura y abdomen. O sea que no se os ocurra quejarse.

Dónde y cómo se acumula

Las capas profundas de la piel son las que la sostienen, gracias al tejido conectivo en la dermis y la hipodermis. Aquí tenemos una diferencia fisiológica: la ordenación de estas fibras es distinta en hombres y mujeres. Lo que forma el tejido graso son unos lóbulos que están colocados en vertical en la mujer y en todas direcciones en el hombre.

Eso se traduce desde fuera, visto el cuerpo desde el exterior, en la piel de naranja. ¿Quién tiene más? Quién va a ser: las mujeres. Ya digo yo que ser mujer no es ningún chollo. Con lo cual, aunque pueda tener un mismo porcentaje de celulitis un hombre y una mujer, es más visible en ella. Además, el grosor de la piel del hombre es superior y no muestra esos bultos de la famosa piel de naranja.

Las causas definitivas

Por último, la razón más capaz de crear celulitis: la hormonal. Está visto para sentencia que la celulitis tiene la mayoría de los casos un componente hormonal. Los hombres con problemas o desarreglos hormonales son más propensos a acumular esa grasa y convertirla en paquetes de celulitis.

Es estrés, la dieta rica en grasas, la comida basura, la falta de ejercicio: todo ello favorece la creación de celulitis. Pero eso ya lo sabemos todos: lo que cuesta es motivarse a llevar una vida sana y relajada. ¡Qué os voy a contar!

Sobre la acumulación natural de lípidos

Independientemente de una predisposición genética u hormonal de acumular los lípidos que ingerimos en nuestra dieta, hay algo que quisiera explicaros sobre la combustión de energía en nuestro organismo. Es algo que me ayudó a entender muchas cosas en cuanto a dietas y comidas.

El organismo obtiene energía degradando los lípidos (la grasa) en azúcares, y éstos se degradan en calorías: es la gasolina del cuerpo para realizar todas sus funciones, desde respirar hasta participar en la maratón de Nueva York. Si tenemos en exceso, el mismo organismo las empaqueta y las coloca en el almacén, llámese celulitis.

Si necesitamos energía, el organismo la coje de donde esté más a mano: los azúcares. De eso siempre estamos ingiriendo: no llega a sacar bolas de energía del almacén porque ya tiene a mano. Si necesita un aporte extra, degrada las grasas pero si puede, lo evita por ese trabajo más eficiente: ese es su criterio y su forma de trabajar.

Por eso cuando hacemos dieta hipocalórica, lo que significa ni siquiera oler los lípidos, suprimen el azúcar: el cuerpo tendrá que ir al almacén a por energía y empezará a desempaquetar la celulitis en calorías. Se moldea el cuerpo de nuevo, se rebajan los michelines, se suavizan los bultos de la piel de naranja. Y estamos contentos de ver resultados por nuestro sacrificio.

Los hombres también utilizan cosmética anticelulítica

Todo ello se da en hombres también, por supuesto. Sea por una dieta demasiado rica en grasa o por un problema hormonal, el packed y unpacked es el mismo. Además de revisar nuestra dieta, podemos hacer ejercicio aeróbico y además utilizar cosmética anticelulítica.