Belleza: Cada una tiene sus manías

Si hay una famosa incondicional de las rutinas cosméticas modestas, ecológicas y un tanto místicas, esa es Julia Roberts. Hace unos meses, la actriz posaba espléndida para la revista Allure y confesaba tajante que “la clave de la belleza está en mirar a alguien que amas realmente”. Efectivamente, coincido con ella que uno de los mejores trucos de belleza es la felicidad. Está demostrado que las endorfinas (más conocidas como hormonas de la felicidad) reactivan los fibroblastos y frenan el proceso de crecimiento. Sin embargo, no podemos obviar la efectividad que tiene usar una buena hidratante, practicar jogging o, incluso, sucumbir a los poderes del bisturí. Aunque todo es cuestión de gustos, sobre todo el último punto.

Pues bien, si hasta ahora el único truco reconocido era su buena relación de pareja y su fidelidad a su peluquero de toda la vida, Serge Normant, hoy la actriz es noticia por sus hábitos ecológicos. Tal y como ha informado el diario La Stampa, la actriz evita la mayor parte de productos para el cuidado personal “porque contienen aluminio nocivo para el medio ambiente”. Así que se limita a utilizar sólo agua y jabón. Respecto a la comida, tiene otras normas, como sólo ingerir alimentos procedentes de la agricultura biológica y no beber agua mineral envasada en botellas de plástico por aquello de que no es biodegradable.

Teniendo en cuenta todo esto, me pregunto cómo se las ingeniarán sus estilistas para crear sus espectaculares looks de belleza, sin tirar de laca y otros productos de styling, considerados poco solidarios con la capa de ozono. Suposiciones aparte, me divierte mucho más otra confesión reciente de celebrity. Se trata de la que acaba de realizar la mismísima Cindy Crawford, que cada cierto tiempo admite sin tapujos que recurre a técnicas varias como el botox, la microdermoabrasión y las inyecciones de colágeno. Esta vez la modelo, modesta donde los haya, acaba de afirmar a la revista Redbook: “Tengo celulitis. Lo admito. Pero a veces digo: ‘no me importa, voy a ponerme un biquini”. Sin duda, en su caso, y teniendo en cuenta que su supuesta incipiente celulitis no le resta protagonismo a su espectacular figura, no creo que sea ningún atrevimiento enfundarse un biquini. Todo lo contrario.