Como seguramente estés pensando nadie es perfecto (y, en muchos casos, ni falta que hace), sin embargo, cuando existe algún aspecto de nuestro rostro que no nos gusta tenemos a nuestro alcance un aliado perfecto para disimular esos pequeños ‘defectillos’: el maquillaje. ¿Sabes cómo aplicártelo para conseguirlo? Toma buena nota de estos pequeños trucos:
Nariz muy prominente
Cuando no nos gusta, lo que debemos hacer es centrar la atención en otro punto de nuestro rostro. Lo ideal es dar más importancia a los ojos. El colorete también se transforma en un ‘arma’ muy importante. Hay que aplicarlo como si fueran dos pequeñas chapetitas de rubor, sin pasarse. ¿Dónde? Sonríe y encontrarás el punto exacto: en los pómulos y hasta la sien. Además, jugando con dos tonos de la base de maquillaje (uno oscuro para hundir o estrechar y otro un poco más claro para agrandar, dar luz y resaltar) también se pueden obtener los resultados deseados.
Cuestión de labios
Estrechos, gruesos, descompensados... Todos tienen solución si se hace con un buen perfilador del mismo tono que sus labios. Así conseguirás dar la forma deseada. Fundamental: rellenar el labio con el mismo perfilador y es mejor si su fijación es duradera. Para dar volumen, lo mejor es aplicar gloss en el labio que lo necesite, pero sólo en el centro.
Mentón muy marcado
Es difícil de disimular, por eso es mejor trasladar la atención hacia la parte superior de nuestro rostro: ojos, pómulos, frente… En estos casos son muy útiles los iluminadores y el colorete, que deberás utilizar en la parte que quieras resaltar. El colorete debes aplicarlo desde los pómulos hasta el hueso de la sien.
Frente despejada
No sólo puedes disimularla con el peinado. También en este caso los polvos de sol te ayudarán. Aplica sobre la base de la frente, justo en la línea de la raíz del pelo, una pequeña sombra de polvos de sol. En verano dan un resultado fantástico.
Ojos separados, juntos o hundidos
Lo mejor es ahumarlos para que parezcan más cercanos y acercarlos al lagrimal. Las reglas básicas son: las sombras oscuras hunden, y debes aplicarlas en el párpado móvil, cercanas al lagrimal. Las claras aumentan su tamaño, así que déjalas para la parte superior. Tus mejores aliados: el eye liner, que debes difuminar hacia el rabillo del ojo, y la máscara, que debes aplicar sólo arriba.
Si por el contrario, están muy juntos: la zona del lagrimal debe estar más clarita, así creará un punto de luz y parecerá que la distancia entre un ojo y otro es mayor. Un truco: difumina la sombra del párpado hacia la sien y aplícate la máscara de pestañas sólo en la parte final de las pestañas superiores.
Para los ojos hundidos, utiliza colores claros. Olvídate de las tendencias de los ahumados, sólo conseguirás hundirlos más. Usa el eye liner para espesar la línea de las pestañas y recuerda que el iluminador te ayudará a resaltar el ojo.
Cejas muy espesas
Puedes acudir a un centro de estética para que den a las cejas la forma y el color que deseas pero, si lo haces tú misma, puedes aplicar un tinte que las aclare un tono para que no parezcan tan densas.
Adiós a las ojeras
Tienes infinidad de correctoresen el mercado y también puedes usar una base de maquillaje uno o dos tonos más clara que la habitual, o bien un iluminador encima de tu base de siempre.