-

23 ene 2009

Sumérgete en un baño de placer

Puede que sólo te des ese gusto de vez en cuando no está, además, la situación como para andar derrochando agua, pero seguro que has disfrutado alguna vez del placer de un relajante baño, sobre todo después de una dura jornada de trabajo. Cuando parece que todo ha ido mal, introducirse en la bañera puede conseguir hacerle olvidar todo lo demás. ¿Te animas a descubrir este pequeño placer?

Lo primero es preparar el ritual, poner al alcance de la mano todo aquello que vas a necesitar: desde una buena esponja a una toalla suave, pasando por geles, sales de baño, jabones, cremas corporales para aplicarlas nada más salir del agua o productos basados en la aromaterapia. Son muchas las líneas existentes en el mercado que hacen del baño un auténtico lujo, cuyos productos limpian, tonifican, relajan, hidratan y revitalizan nuestra piel. Es importante crear una ambiente acogedor y para conseguirlo puedes, además, aderezar el baño con una música relajante y unas cuantas velas aromáticas encendidas -eso sí, con precaución-... la placentera sensación será total.

La clave es sumergirse en ese mundo de burbujas, dejándose acariciar por la espuma o cubriendo el cuerpo con tu aroma preferido. Hay que convertir la hora del baño en un tiempo de relajación sólo para ti. Al margen de proporcionarte un rato agradable, el baño puede convertirse en un buen aliado para su piel, y es que una de las claves de un cutis de seda es el baño. No olvides que ya los romanos descubrieron sus ventajas y las pusieron en práctica en las termas y baños públicos.

El tiempo ideal para un baño está entre 10 y 15 minutos, en función del tipo que elija, relajante o revigorizante (en este último caso no debe estar más de cinco minutos dentro del agua). Es fundamental encontrar la temperatura adecuada del agua, con la cantidad necesaria para que el cuerpo quede bien sumergido. De todas maneras, la temperatura del agua depende de la que tu cuerpo esté dispuesto a tolerar, pero nunca por encima de los 37-38º (poco más que la temperatura corporal). Para los casos de reumatismo o molestias óseas, el calor es bueno, mientras que para combatir la flacidez o la celulitis no es lo más recomendable. Si eliges la noche para darte un baño, casi se garantiza que dormirás relajado, y no está de más acabar la sesión con una ducha de agua más templada, para activar la circulación.

Si optas por un baño relajante, tal vez el más deseado tras una agotadora jornada, el agua debe estar bastante caliente, para que actúe sobre aquellos músculos que más padecen la tensión, como los de la espalda y las cervicales. Se puede recurrir a una almohada de baño para la nuca o bien optar por una toalla doblada, y no es conveniente estar dentro del agua más de 15 minutos.

Otras opciones
Si prefieres darte un baño tonificante, para despertar tu cuerpo, la temperatura debe ser inferior a la de un baño relajante y son ideales los productos con aceites esenciales estimulantes. Para despertar el cuerpo, se puede recurrir a masajearlo con un guante de crin o con esponjas especiales de masaje. Para ambos casos existen líneas completas de productos.

También puedes probar con un baño hidratante y vitamínico, que apuesta por mimar y cuidar la piel, en la que son fundamentales los productos que consiguen que nuestra piel esté más suave, o por uno adelgazante y reafirmante. Pero te proponemos otro baño ideal: el baño Zen. El ritual de baño japonés recomienda ducharse antes de tomar un baño, para que éste resulte más limpio y el beneficio sea mayor. El baño es un rito para los japoneses, y es que el principal objetivo es relajarse en cuerpo y espíritu. Lo fundamental es graduar la temperatura del agua y añadir los productos cosméticos apropiados, que suelen ser polvos de aceite o sales.

Para completar esta cura de belleza, puedes aprovechar los minutos que estás dentro de la bañera para aplicarte una mascarilla calmante, purificante, hidratante o relajante sobre la cara. Una vez dentro, relájate, cierra los ojos, desconecta del mundo. Cuando salgas, todo parecerá nuevo.

Toma nota

  • Aprovecha ese tiempo para descansar no sólo el cuerpo, sino también la mente, ocupándola con pensamientos que te resulten agradables.
  • La temperatura de la habitación debe resultar cálida y confortable.
  • No descartes disfrutar de una infusión de hierbas relajantes, como la tila, aunque siempre en taza de material irrompible para evitar accidentes.
  • Intenta salir de la bañera poco a poco para no marearte, sin levantarse nunca de forma brusca.

  • Via: hola

    La mejor guía sobre los últimos avances en productos cosméticos para el hombre y la mujer actual, cuidado facial y corporal. Tratamientos estéticos y reparadores, Cirugía plástica y mucho más.
    -